Pasarán años, lustros, décadas y, como ocurrió con la victoria por 2-3 en enero de 1997, el herculanismo mantendrá grabado en la memoria los noventa y pico minutos que quedaron plasmados sobre el césped del Camp Nou, donde dos pinceladas de Nelson Haedo Valdés completaron un lienzo que ocupará un sitio de honor en el museo herculano. El Hércules puso dinamita e interrogantes en los cimientos del Barcelona a las primeras de cambio de una Liga que, de pronto, encuentra rebeldes inesperados. Ganó el Hércules, sí, y ganó bien, porque hizo méritos, porque fue un bloque serio en todas sus líneas y porque salió al campo sin complejos y con valentía.

Esteban Vigo no se anduvo con chiquitas y puso en la partida a todos los reyes de su nueva baraja. Drenthe, Valdez y Trezeguet aportaron su sólida base acumulada en batallas de peso como apoyo a una línea de pivotes que rayaron la perfección (Aguilar, Fritzler y Tiago) y a una defensa sobresaliente con Cortés, Pamarot, Paz y Peña. Y como acento, salió a relucir la calidad de Calatayud, un guardameta que, recuerden los olvidadizos, lleva dos años rayando a un nivel sobresaliente y que ayer demostró que en Primera División no va a regalar su titularidad (Villa y Messi sufrirían pesadillas anoche con el malagueño).

Guardiola reservó a Alves, Busquets y Xavi pensado en el Panathinaikos sin reparar en que el rival que tenía enfrente ya le amargó en 1997 una Liga como jugador. Las ausencias, sin embargo, no pueden restar ni un gramo del mérito contraido ayer. Si hace 13 años, el Barça tenía en sus filas al mejor Ronaldo, ayer contaba con el gran Messi; si por aquel entonces jugaba un tal Figo, ayer se contaba con David Villa; si en aquella ocasión se temía al incisivo Luis Enrique, ayer jugaba Andrés Iniesta... Y así, sucesivamente. Por ello, aunque el Barcelona bailara como él solo sabe bailar durante gran parte del primer acto, aunque gozara de ocasiones precedidas de delicadezas, aunque tuviera la posesión del balón, acabó arrodillado ante un Hércules que supo leer perfectamente un encuentro que trabajó para metérselo en el bolsillo sin que nadie, a estas alturas, pueda discutir su extraordinario triunfo.

El encuentro encontró pronto un faro: Nelson Haedo Valdez. El paraguayo demostró, a las primeras de cambio, tener madera para convertirse en jugador de referencia. Secundado perfectamente por Abel Aguilar, Valdez abrió el marcador en el minuto 26 con una jugada embarullada que encontró la punta de su bota para desviar lejos del alcance de Valdés. Unos segundos antes, el Barça debió quedarse con diez hombres, pero Velasco Carballo perdonó la segunda tarjeta amarilla a Mascherano por frenar con malas artes un peligroso avance de Drenthe.

Se adelantaba el Hércules ante el asombro de un rival que había perdonado la vida de los alicantinos en una ocasión clara de Bojan. Pese a tener la pelota, el cuadro azulgrana no acertaba a abrir las carnes de su enemigo. Movía la batuta, pero no sonaba la música.

En la segunda parte, Guardiola dio entrada a Xavi, Pedrito y Alves pero, lejos de mejorar, empeoró. De eso tuvo mucha culpa el Hércules, que completó un segundo acto soberbio. Tanto, que para nombrar algo reseñable de un tal Messi habría que hacer un esfuerzo de memoria.

El Hércules allanó el camino cuando todavía no se había cumplido el cuarto de hora de la reanudación. Una acción bien trenzada sirvió para que Tiago Gomes enviara desde la derecha el balón al área, donde de nuevo Valdez tocó la tecla adecuada para enviar el cuero lejos del alcance del portero blaugrana (0-2, minuto 58). Increíble pero cierto. El Hércules acababa de asaltar el trono del fútbol, de abofetear al mejor equipo del planeta, que quedaba aturdido, roto ante el inesperado ultraje.

El otro héroe del Hércules era Calatayud. Llegaban los disparos de Messi, Villa, Iniesta, Pedrito... y ante ellos la respuesta excepcional y segura del guardameta malagueño, un muro infranqueable ante la mejor artillería del mundo.

Los apuntes de calidad no quedaron ahí. Salió Kiko Femenía y demostró, a las primeras de cambio, que lo de la ansiedad no es más que un capítulo olvidado. El de Sanet se ocupó de la banda derecha como si esa parcela del Camp Nou le perteneciera. Se ofreció, defendió y se proyectó en ataque con la soltura de un veterano en mil batallas. Le dio tiempo, además, para hacer un guiño futbolístico al más puro estilo Messi, saliendo de la banda hacia el centro para conectar un disparo que buscaba la escuadra y que no entró por ella porque bajo los palos estaba Víctor Valdés. Ahí la tuvo Kiko para poner firma a su prueba de madurez, pero también pudo llegar con otro disparo de volea tras centro de Peña o con una acción conjunta nacida de las botas de Tote y con participación de Trezeguet.

El Hércules secaba al Barça. Sin capacidad de hacer daño, el equipo catalán chocaba una y otra vez con un sistema defensivo certero, bien encajado.

La entrada de Sendoa también aportó frescura. El vasco, batallador y fino, tuvo en sus botas el tercer gol tras robar un balón en la frontal que le dejó solo ante Valdés. El guardameta detuvo con apuros su disparo y, acto seguido, volvió a evitar el gol cantado cuando Trezeguet envió el rechace bajo los tres palos. El 0-3 volvió a cantarse por varios centenares de aficionados alicantinos que se sentaron en uno de los anillos superiores del coliseo catalán frotándose los ojos ante lo que estaba pasando, viendo cómo su Hércules acababa con más de 16 meses de imbatibilidad en feudo propio del mejor equipo de fútbol de la actualidad.

El triunfo en Can Barça traslada el pensamiento más allá. A sabiendas de que el listón debe situarse en la permanencia, las vibraciones que aporta el bloque confeccionado son muy buenas. Hay madera. A las pruebas cabe remitirse.

BARCELONA: 0. e entrenador: Pep Guardiola. s suplentes: Xavi (46') entra por Mascherano Pedro (46') entra por Bojan Alves (59') entra por Adriano T

HÉRCULES CF: 2. e entrenador: Esteban Vigo. s suplentes: Sendoa (61') entra por Drenthe Kiko Femenía (64') entra por Valdez Tote (74') entra por Tiago Gomes

LOS GOLES: [26'] 0-1 Valdez envía con la punta de la bota al fondo de la red una jugada embarullada en el área azulgrana.

[58'] 0-2 Valdez marca dentro del área tras recibir un pase horizontal desde la derecha de Tiago Gomes.