El derbi regional entre el Hércules y el Valencia del pasado domingo transcurrió con mucha pasión en las gradas del Rico Pérez y con ausencia total de incidentes en el estadio y sus aledaños. Buena parte de que ello fuera así se debe al amplio y eficaz despliegue policial previsto para este partido de algo riesgo y, especialmente, a la intervención de la Brigada de Seguridad Ciudadana del Cuerpo Nacional, que interceptó una reunión de aficionados radicales de la peña valencianista Yomus con varios de la Jove Elx. Su intención era la de provocar enfrentamientos con aficionados alicantinos de la peña Herculigans, pero la intervención policial dio al traste con los planes de los violentos. En el derbi anterior, de 1997, los choques entre las dos aficiones se saldaron con cuatro detenidos y otros tantos contusionados.

En total, la Policía interceptó a 70 integrantes de las dos peñas: 65 aficionados de la Yomus, que llegaron a Alicante en un autobús y dos vehículos particulares, y a cinco de la Jove Elx, que les esperaban desde primera hora de la mañana en otro coche en un establecimiento de la avenida de la universidad. Al percatarse de la presencia policial, los hinchas valencianistas intentaron eludir el dispositivo por la salida de la autovía en Villafranqueza, pero fueron retenidos, identificados y registrados. Los agentes se incautaron de varios cinturones con emblemas de simbología nazi, una navaja oculta en la ropa interior de un aficionado y varias bengalas.

A continuación fueron identificados los cinco miembros de Jove Elx, a uno de los cuales se le intervino un spray de defensa. Por este tipo de conductas, la ley contra la violencia en el deporte contempla sanciones que oscilan entre los 3.000 y 60.000 euros, la prohibición de acceso a los recintos deportivos de seis meses a dos años y trabajos sociales en el ámbito del deporte. El dispositivo se saldó con el levantamiento de 12 actas de incidencia en Espectáculo Deportivo, según un comunicado de la Dirección General de la Policía.

Fuentes conocedoras del operativo policial indicaron que el Cuerpo Nacional ya conocía desde el lunes de la pasada semana las intenciones de las dos peñas contrarias al Hércules, en cuyos planes entraba la posibilidad de lanzar piedras al Rico Pérez desde el exterior -como ocurrió en el derbi de hace 13 años-, causar desperfectos en la plaza de los Luceros -santuario blanquiazul y centro de celebración de los éxitos herculanos- y subir las imágenes a internet, así como atacar el bar en el que se reúnen los aficionados alicantinos de la peña Herculigans.