Carlos Parodi, presidente del Hércules y hombre de confianza de Enrique Ortiz, dejó ayer tres cosas claras a las puertas del Rico Pérez. La primera y principal, que el Hércules no desaparecerá aunque dé con sus huesos en Segunda B, algo que sucederá en cuestión de días si una carambola o milagro no lo impiden.

El dirigente también se mostró tajante al asegurar que Enrique Ortiz no se plantea abandonar la nave del Hércules y, por último, afirmó que el equipo debe quedar lo más arriba posible porque hay clubes que corren serio riesgo de descenso por motivos económicos, entre los que se encuentran (aunque no lo confirmó públicamente) el Eibar, Murcia, Mallorca y Zaragoza. Los dos primeros luchan por el ascenso a Primera, que en caso de llegar aliviaría todos sus males financieros.

Respecto al futuro de Ortiz al frente del Hércules, Parodi fue vehemente: «Enrique no ha pensado en arrojar la toalla, en los momentos más difíciles es cuando más da la cara, ya me ha dicho que seguirá esté donde esté el equipo». De esta manera, el empresario alicantino seguirá manejando los hilos de un club que cogió en Segunda B hace 15 años y ahora devuelve a la misma categoría y con más del doble de deuda.

El presidente del Hércules confirmó que la entidad tiene un periodo de dos años de carencia fijado en su concurso en caso de descenso a Segunda B y que deberá negociar con Hacienda y Seguridad Social: «El convenio con Hacienda y la Seguridad Social está en función de la resolución de las sentencias que tenemos pendientes, en ese momento nos sentaremos a hablar». En este sentido calificó como «clave» la sentencia judicial por la que el Hércules cobrará 3,3 millones de euros de la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana (SPTCV).

Parodi insistió en que «hay vida en Segunda B» y reconoció que la pérdida de categoría se podría calificar como «un fracaso deportivo», aunque dejó claro que no explicará la hoja de ruta trazada para la categoría de bronce hasta que no se consume el descenso matemático, algo que podría suceder el próximo domingo si el Hércules no gana al Lugo en el Rico Pérez (17.00 horas).

El presidente blanquiazul dejó claro en repetidas ocasiones que el equipo de Slavisa Jokanovic está obligado a ganar los tres partidos que quedan (ante el Lugo, Mirandés y Barcelona B) para alcanzar los 50 puntos y quedar lo más arriba posible en la clasificación aunque no pueda evitar el descenso. Aunque no quiso nombrar públicamente a los clubes que corren el riesgo de perder la categoría por motivos económicos, la Liga está especialmente pendiente del Zaragoza, Mallorca, Murcia y Eibar. Los dos últimos pelean por subir a Primera, lo que borraría de un plumazo casi todos sus problemas.

«Hay que exigirle a nuestros jugadores que acaben lo más arriba posible porque en el fútbol ya no sólo cuentan los méritos deportivos, sino también los económicos. El Hércules cumple escrupulosamente todos los parámetros financieros y a final de temporada ya veremos en qué situación están el resto», explico Parodi.

En este sentido, el Murcia se salvó el año pasado del descenso por la pérdida de categoría del Guadalajara debido a sus irregularidades en la conversión en SAD. «Pienso que el milagro todavía es posible, pero para ello los jugadores tienen que ganar los tres partidos que nos quedan, yo pienso que están capacitados para lograrlo», añadió.

El presidente del Hércules lamentó que el equipo tenga pie y medio en Segunda B cuando a principios de temporada se puso como objetivo la promoción de ascenso, aunque Parodi matizó que él nunca fijó esa meta: «Si Quique (Hernández) dijo que quería clasificar al Hércules entre los seis primeros será porque veía una plantilla con posibilidades, pero esto es deporte, no matemáticas. El equipo ha estado toda la temporada en la zona baja, pero también a poca distancia de la promoción. Lo que nadie podía imaginar es que podía llegar una racha como esta».

En este sentido, el Hércules no gana un partido desde hace dos meses (la última victoria fue ante el Alavés por 2-0). Ha encadenado seis derrotas consecutivas y cierra la clasificación de Segunda con sólo 41 puntos. La salvación está ya a cinco puntos y sólo quedan nueve en juego. El equipo de Jokanovic cerrará esta nefasta campaña frente al Lugo, Mirandés y Barcelona B.