El presidente del Hércules, Juan Carlos Ramírez, se ha despedido de la plantilla tras el último entrenamiento del equipo esta temporada en medio de una sensación de incertidumbre por el futuro del club, pendiente de la aprobación de un convenio con Hacienda para su supervivencia.

El máximo dirigente del club alicantino ha mantenido una charla distendida con varios futbolistas con los que el club pretende contar el año que viene, siempre y cuando logre aclarar su situación financiera.

Los jugadores que quedaban entrenando son los que tienen contrato en vigor o aquellos con los que el club desea prolongar su compromiso para la próxima temporada, si bien no se les ha realizado ninguna negociación hasta solucionar el convenio de Hacienda.

También se ha despedido de los jugadores Carlos Luque, técnico del equipo filial que se hizo cargo en el tramo final de la competición tras la destitución de Luis García Tevenet.

Los futbolistas se han marchado sin conocer el nombre de su próximo entrenador o la fecha de regreso a los entrenamientos, aunque el club sí les ha facilitado unas tareas de trabajo físico que deben realizar durante las vacaciones.

Este viernes se cumple una semana desde que el presidente del Hércules dio a conocer públicamente su nueva oferta a la Agencia Tributaria, con la que la entidad mantiene una deuda de 4,3 millones de euros, sin que haya recibido respuesta.

Juan Carlos Ramírez, que advirtió que en el caso de que no fuera aceptada su oferta el club iría a la liquidación, propuso el pago al contado de 2 millones de euros y el resto avalados en garantías urbanas.