El sueño del ascenso del Hércules y su retorno al fútbol profesional no sólo es el gran objetivo deportivo del club alicantino, sino la garantía de supervivencia de esta entidad casi centenaria. Las cifras cantan. Si el equipo que entrena Claudio Barragán consiguiera a final de temporada subir a Segunda A, el valor del Hércules se multiplicaría por 10 hasta los 5,3 millones, tomando como punto de partida los 508.150 euros que pagaron días atrás por la mayoría accionarial de la institución el presidente Juan Carlos Ramírez y el director deportivo Javier Portillo.

Estas cifras, que pueden sonar al «cuento de la lechera», tienen una base científica y están reflejadas en el informe de valoración del Hércules elaborado por la auditora «One to One» por encargo del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) para fijar el precio de subasta y venta pública del 15% de las acciones de la entidad y el derecho de crédito contra la Fundación Hércules que estaban en poder del banco del Consell y acaban de pasar a manos de Ramírez y Portillo, los nuevos accionistas de referencia del club.

En un complejo trabajo de análisis de la situación económica del Hércules y de comparación con otros cuatro clubes que han atravesado situaciones de compraventa similares -Mallorca, Alcorcón, Zaragoza y Valencia-, el informe llega a otras dos conclusiones relevantes: si el Hércules continuara en el pozo de la Segunda B, el rango de su valor oscilaría entre un mínimo de 337.750 euros y un máximo de 681.042, debido a la ausencia casi total de ingresos por publicidad y televisión en esta categoría de bronce. En cambio, si el conjunto blanquiazul lograra el hito histórico de subir dos peldaños y retornara en dos temporadas a Primera División, su valor se dispararía hasta los 8,3 millones de euros.

El informe encargado por el IVF para la venta del club fue entregado a finales de junio pasado y se basa en los datos financieros facilitados por el propio Hércules para determinar su valor de mercado a través del método comparativo denominado AHP (Analytic Hierarchy Process), considerado el mejor procedimiento para valorar una empresa como un club de fútbol que se sustenta en un conjunto de activos difícilmente cuantificables.

Los criterios seleccionados para tasar el valor del Hércules se agrupan en dos categorías: elementos tangibles (informes financieros del club como balances, cuentas de pérdidas y ganancias, memoria anual...) e intangibles, que son las variables que no aparecen en la información contable, tales como el nivel futbolístico de la plantilla, el volumen de socios, las instalaciones o el capital organizativo.

Después de fijar los criterios de valoración del Hércules, el estudio compara su situación con las operaciones de compraventa del Zaragoza, Mallorca, Alcorcón y Valencia para llegar a la tercera y definitiva fase de determinación del valor del club alicantino.

En este punto, el informe contempla tres escenarios. En el caso de ascenso a Primera, el valor del Hércules sería de 8,3 millones de euros; si sube a Segunda A, ascendería a 5,3 millones; y en tercer lugar, si continúa en Segunda B, la entidad blanquiazul tendría un valor máximo de 681.042 euros y un mínimo de 337.750. Un desplome que el estudio achaca a la pérdida de los ingresos por publicidad y televisión por estar fuera del fútbol profesional. Asimismo, concluye que el valor del club sería negativo si sólo se tuviera en cuenta la trayectoria financiera de la sociedad, que dio pérdidas de siete millones en la campaña 2015-16 por la provisión por la reclamación de la UE.