La exigencia de la Comunidad Europea (CE) a la Generalitat de que cobre inmediatamente la multa al Valencia por las ayudas públicas ilegales no ha alterado en exceso el día a día de un Hércules que, en caso de que el conjunto che tuviera que hacer frente al pago, sería el siguiente.

«Lo afrontaremos cuando llegue, no hay nada oficial todavía», admitía con calma Quique Hernández tras la sufrida victoria ante el Formentera. El presidente del Hércules mandaba un mensaje tranquilizador ante la amenaza de siete millones de euros que sobrevuela desde hace años las oficinas del Rico Pérez: «El Hércules no va a desaparecer», repetía optimista el exentrenador.

A falta de confirmaciones oficiales la lógica advierte de que si el Hércules no paga tal cantidad está abocado a la inmediata desaparición, pero también que tal supuesto privaría definitivamente a la CE de cobrar nada. La última postura del organismo europeo ha sido rechazar la cautelar del Valencia y de no admitir más moratorias.

Otra fiesta infantil

El Rico Pérez volvió ayer a poblarse de niños de colegios y equipos de fútbol base en una acertada decisión de extender el herculanismo entre los más pequeños. Ante el Formentera fue el turno del centro Ramon Llull, del CEU, de El Valle y de Salesianos. También el Intercity San Juan y el Mutxamel coparon las gradas del Fondo Norte; estos últimos, con una pancarta de apoyo a su paisano Iván Buigues, que colabora con el equipo entrenando a los porteros. Además, en el descanso se homenajeó a la plantilla del Hércules Paralímpico, doble campeón de España y que recibió una sonora ovación del esta