Debe ser que tener jugadores con talento no asegura nada. Una cosa es contar con una gran plantilla y otra poseer un gran equipo. Algo de lo primero, lo tiene el CF Peralada-Girona B, mientras que lo segundo está quedando claro que, por ahora, no. Es colista (con un partido menos). Sin embargo, desde la lejanía, no da la impresión que el rival del Hércules se vaya a ir tan fácilmente a Tercera. A poco que los chavales maduren los encuentros, la calidad va a hacer acto de presencia. Eso ocurrió en verano con Pedro Porro. El lateral derecho,al que había hecho debutar Pablo Machín en Copa, deslumbró a Eusebio Sacristán en un par de entrenamientos. Tal fue el convencimiento, que el club convenció al extremeño de 19 años para que firmara un contrato que lo situaba con la claúsula más alta (50 millones) de la primera plantilla si disputaba 10 jornadas en Primera. Ya lleva 12. Es la revelación. Otro que puede seguir sus pasos es Valery Fernández. El medio lleva un mes entrenando a tope con los mayores y hace días se estrenó con 7 minutos frente al Atleti. Kévin Soni, por la lesión de Portu, también ha tenido su turno: 5 minutos en Mestalla. El miércoles pasado fueron cuatro los convocados para la eliminatoria de Cope ante el Alavés, siendo Valery y Andzouana de la partida. Rindieron bien y los rojiblancos remontaron a los blanquiazules. La apuesta por futbolistas de 18 a 21 años es gracias a Eusebio y paso por la ejemplarizante cantera del Barça. Ahora le falta a Chicho Pèlach hacer lo propio en la del Girona y sacarle rendimiento a los verdiblancos. Es verdad, que salvo la último tropiezo en casa, la línea estaba siendo buena, con dos empates y dos victorias. Atrevimiento no falta. Otra cosa es que sepan tapar huecos atrás.