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Carambola de ley

El Hércules se impone en Peralada con un gol en propia puerta después de que una media chilena de Álvaro Pérez rebote en otro rival y en el poste

Carambola de ley

El Hércules vuelve a desprender a su paso una brisa extraña por lo lejana que le quedaba. Un halo de equipo grande, que marca cuando no lo merece y que gana casi sin querer. Quizá el día menos pensado se lía a goles y soluciona de un plumazo su racanería goleadora, pero por ahora ni siquiera le hace falta ese alarde de caudalosidad.

De momento, y tras la victoria de ayer en Peralada, la ortodoxia de la idea de Planagumà afianza aún más al Hércules en el segundo puesto y vuelve a dejar la pelota en el tejado del líder Atlético Baleares, que le aventaja en cuatro puntos y que esta mañana decidirá si mantiene con vida las esperanzas de su más inmediato perseguidor.

El vestuario blanquiazul, pese a la cautela que exhibe de puertas hacia afuera, ha encontrado en la firmeza defensiva un verdadero maná terapéutico y ha empezado a rugir en el momento decisivo del campeonato, alejado ya de aquellas concatenaciones de contratiempos que le desarmaron en la entrada del invierno.

Ayer una carambola de recreativo de barrio, que vale igual que la más elitista de las jugadas, le sirvió al Hércules para doblegar a un Peralada joven, angustiado por sus miserias y la de su mayor, un Girona con el descenso a Segunda tatuado en la frente. El conjunto de Pèlach, sin embargo, recuperó al delantero camerunés Soni, en dinámica de primer equipo desde hace semanas, que trajo de cabeza a la defensa alicantina con una insultante robustez que hacía casi imposible robarle el balón.

Sin embargo, en el 57', una falta lateral colgada desde la derecha por Chechu, que tiene el don de estar siempre en el momento de la foto, desniveló definitivamente el choque. Fran Miranda cabeceó primero y Álvaro Pérez, en un escorzo imposible, se sacó una media chilena que golpeó primero en Rober y después en el palo. Iago López, en su intento por despejar, empujó el balón con el pecho hacia adentro. Viendo el error, lo sacó con la mano casi antes de que sobrepasara por completo la línea, pero el árbitro decretó gol.

Acto seguido, tras el saque de centro, el Peralada percutió por su costado izquierdo y el capitán Montes armó desde la frontal un disparo que repelió el larguero tras una estirada muy plástica de Falcón. Cuestión de centímetros en una y otra área en apenas un minuto de pasión.

El 0-1 tras el decanso aclaró las sensaciones de un Hércules que había comenzado a perderle la cara a un partido al que, no obstante, había entrado con firmeza. En el primer tiempo Diego Benito pegó primero con una zurdazo de volea que tocó el lateral de la red en otro balón parado. También insistió Alfaro, que se plantó solo ante Suárez, pero chutó contra él.

A partir de ahí el Peralada, tejido con defensa de cinco hombres, se estiró y tuvo dos oportunidades muy claras para irse al descanso con todo de cara. Un cabezazo al limbo de Iago López, triste protagonista después, y otro remate blando pudieron cambiar el signo.

Tras el gol, el partido comenzó a afearse, sin dueño ninguno y con una retahíla de cartulinas de las que ninguno salió indemne. El Hércules deberá recomponer un centro del campo de urgencia ante el Conquense porque Miranda y Benito vieron la quinta amarilla. El Peralada vio dos expulsiones, una de ellas de un jugador del banquillo, y el choque se enredó con una tangana tras una falta a Juli en la medular.

Ese caos provocó que el colegiado otorgara un tiempo añadido extenso, casi infinito, en el que el Peralada, con el portero en área rival buscando el remate, rozó la igualada. La contienda terminó con la ocasión más clara, un uno contra uno del central Ferraresi que solventó a la perfección Nani con su habitual nervio.

El Hércules venció con oficio en Peralada gracias a un gol con fortuna, probablemente la que acompaña a los ganadores, suerte que durante años le ha estado esquivando amargamente.

Asentado en la segunda plaza, duerme tranquilo por abajo y mira con interés al rival que le queda por arriba; consciente de que su mejor aval es su fortaleza defensiva: lleva siete porterías a cero en las últimas ocho jornadas.

Lo mejor

7 porterías a cero en 8 jornadas

El Hércules se marchó ayer de Peralada sin encajar un solo gol. Y eso que Montes chocó con el larguero inmediatamente después de que los blanquiazules hicieran el 0-1. Falcón ha conseguido mantener la portería a cero en siete de las últimas ocho jornadas y el equipo sólo ha encajado 23 goles en 36 jornadas disputadas. Todo un récord.

Lo peor

Pedrada en el pecho de un linier

El árbitro reflejó en el acta que uno de sus jueces de línea recibió una pedrada en el pecho camino de vestuarios de «una aficionada local». Además, explicó que el túnel de vestuarios expulsó al técnico local, Chicho Pèlach, por decirle «no te voy a dar la puta mano». Fue amonestado y como era reincidente durante el partido, terminó expulsado. La roja directa de Teo fue por decir: «Me cago en la puta, qué malos sois».

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