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Hundidos y desquiciados en el Hércules

El Hércules sufre en Llagostera su quinta derrota consecutiva tras un arbitraje horroroso que le condena con dos penaltis y la expulsión del extremo Borja por empujar al técnico local

El extremo Jesús Alfaro intenta superar el marcaje de dos jugadores del Llagostera. LOF

¿Se puede caer más bajo? Se puede. Y el Hércules da fe de ello. Nunca en su historia el equipo blanquiazul fue colista en Segunda B y ayer sufrió su quinta derrota consecutiva con un guión de nuevo casi surrealista. El estreno de Jesús Muñoz provocó una estéril mejoría que no se vio recompensada en puntos debido a los errores groseros cometidos por la zaga herculana y también por el calamitoso arbitraje del aragonés Usón Rosel. El colegiado castigó a los blanquiazules con un penalti inexistente que supuso el 1-1 y acabó expulsando al extremo Borja y el preparador físico Portu. Especialmente preocupante es la roja al canterano, quien podría perderse varios encuentros por empujar al técnico local Oriol Alsina, quien previamente le provocó al retrasar el saque de banda de Nani. Incluso Javier Portillo saltó al césped al final del partido para afearle la conducta a Alsina.

Muñoz introdujo de inicio cuatro cambios respecto al once frente al Orihuela: Nani volvió al lateral izquierdo tras su sanción, Yeray reemplazó a Benito en el centro del campo, Alfaro al lesionado Moha en la banda derecha y Carlos a Alejandro Alfaro por detrás de Jona. El Hércules salió mandón y encontró premio muy pronto. En el minuto 13, Carlos se quitó de encima al central Noel con una buena maniobra de espaldas a la portería y firmó el 0-1 con un potente derechazo desde fuera del área que se coló pegado al palo izquierdo del portero.

Por fin había motivo para sonreír, pero el árbitro tardó demasiado poco en cambiar el sino del partido. Sólo dos minutos después (15'), castigó al Hércules con un inexistente penalti cuando Sascha se dejó caer delante de Miranda en su intento de remate tras un centro lateral. La acción fue muy protestada pero de nada sirvieron las quejas y Cortés engañó a Falcón en la ejecución (1-1). El Hércules no acusó demasiado el golpe y puso cerco sobre la portería del Llagostera. En el 23', Carlos Martínez disparó alto en buena posición dentro del área y, en el 25', Samuel cruzó demasiado en su remate de cabeza tras un buen servicio de Borja y en posición inmejorable dentro del área.

El conjunto de Jesús Muñoz era muy superior pero el Hércules se pegó un tiro en el pie de los que acostumbra en este inicio de Liga. En una jugada sin aparente peligro (35') y al borde del área, Pablo Íñiguez se precipitó en su intento de despeje y golpeó en el cuerpo de Gil. El árbitro tampoco lo dudó esta vez y decretó una segunda pena máxima que igualmente aprovechó Cortés. El conjunto blanquiazul esta vez sí que acusó el golpe, quedó aturdido y no se acercó por el área rival hasta el descanso.

Como ya ocurriera en la visita al Levante Atlético, el Hércules se adueñó del balón en la segunda parte en busca de la remontada y coleccionó ocasiones de gol que nunca eran rematadas de manera certera. El primero en probarlo fue Carlos en el 50' de nuevo desde fuera del área. Y en el 61' llegó una doble ocasión tan clara que nadie daba crédito en el banquillo herculano. Primero Yeray, en posición inmejorable, definió al cuerpo del portero y el segundo remate de Borja lo sacó un defensa cuando el meta ya estaba batido. Los jugadores de Muñoz se llevaban las manos a la cabeza pero siguieron intentándolo. En el 63', Nani protagonizó un extraordinario eslalon, sorteó a cuantos rivales le salieron al paso y se coló dentro del área, pero en vez definir con un disparo cruzado buscó el palo corto y no encontró portería.

El Llagostera se limitaba a achicar agua pero tuvo el 3-1 en una ocasión clara a la contra que Gil envió al palo tras colarse entre Samuel e Íñiguez. La última oportunidad para el Hércules fue una falta en la frontal ejecutada por Benja que se marchó fuera rozando el palo.

En el tramo final del partido prácticamente no se jugó, el colegiado entró al trapo, paró el juego continuamente y los futbolistas de Muñoz se desquiciaban por momentos.

El preparador físico Portu fue expulsado por protestar y también vio la roja Borja Martínez por empujar al técnico local Oriol Alsina, lo que podría costarle varios partidos de sanción. El preparador del Llagostera retrasó el saque de banda de Nani, lo que provocó que Borja llegara en su ayuda y empujara a Alsina, quien exageró la acción y se cayó hacia atrás. Esto provocó una tangana que pudo costar aún más caro ya que Carlos Martínez y Diego Benito se encararon con varios integrantes del banquillo local. Incluso el director deportivo del Hércules Javier Portillo saltó al césped al término del partido para recriminarle a Alsina su falta de deportividad.

La quinta derrota consecutiva en seis partidos sume al conjunto alicantino en una crisis deportiva galopante, probablemente la más grave de su historia ya que nunca ha militado en Tercera División y ahora es colista. La mejoría fue claramente insuficiente porque sigue faltando lo mismo de siempre: la pegada. Carlos Martínez, máximo goleador del pasado curso (13), se reencontró con el gol y es una gran noticia, pero la reacción no puede esperar. Y se han dejado escapar 17 puntos de los 18 disputados y es evidente también que el Hércules ha perdido el respeto arbitral (si alguna vez lo tuvo desde que bajara a Segunda B).

Muñoz debe levantar psicológicamente al vestuario de cara al choque del próximo domingo ante el Barcelona B en un Rico Pérez tan falto de alegrías como enojado por el esperpéntico arranque de Liga. Esta pesadilla no puede durar mucho más por el bien de todos.

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