Corren malos tiempos para el Hércules en general y para Fran Miranda en particular. El mediocentro extremeño se ha quedado fuera del once en dos partidos consecutivos por primera vez desde que llegó al Hércules, con el mercado de invierno a la vuelta de la esquina.
El pivote defensivo fue titular indiscutible y pieza clave en el equipo que, a las órdenes de Lluís Planagumà, se quedó a las puertas del ascenso la temporada pasada y con el fichaje de Yeray González todo parecía indicar que su rol sería secundario esta campaña. Pero el tinerfeño está muy lejos del nivel esperado y Miranda ha vuelto a ser protagonista en el inicio del curso hasta que la nueva crisis de juego y resultados se lo ha llevado por delante.
Jesús Muñoz le utilizó como central de emergencia ante el Mestalla y La Nucía, una posición en la que no se siente cómodo. En el Olímpico Camilo Cano fue suplente pero entró precipitadamente por la pronta expulsión de Álvaro Pérez y frente al Olot se quedó directamente sin minutos.
Tanto Planagumà (las cuatro jornadas que estuvo en el cargo) como Muñoz han realizado infinidad de pruebas en la «sala de máquinas», todas ellas infructuosas. El preparador barcelonés probó incluso con un trivote que no funcionó y el madrileño se ha decantado definitivamente por la pareja Jaime Alvarado-Diego Benito. Este último, el que más dotes de organizador tiene, parece asentado por fin en el once y ahora es el colombiano el que tiene la oportunidad de reivindicarse mientras Miranda y Yeray esperan su oportunidad en el banquillo como sucedió en el último partido ante el Olot.
En el caso de que el Hércules quiera reforzar esta posición en el mercado de invierno, la continuidad de Miranda parece estar seriamente en entredicho teniendo en cuenta que Benito es intocable (renovó y es uno de los capitanes), Yeray tiene dos años más de contrato (con cantidades muy altas) y Jaime Alvarado es sub-23 y su salida apenas dejaría margen de maniobra.
Miranda, de 31 años, llegó al Hércules en verano de 2018 procedente del Extremadura con el objetivo de conseguir su segundo ascenso de manera consecutiva y desde el primer día le ganó la partida a Paco Candela (ahora en el Intercity) con su agresividad e intensidad defensiva. No bajó el listón durante toda la temporada y lo jugó todo. Únicamente se perdió varios partidos por sanción al ver 16 amarillas y formó tándem con Diego Benito por delante de los centrales.
El mediocentro de Badajoz tiene una extensa carrera en Segunda B con 346 partidos y únicamente disfrutó de las mieles de la categoría de plata con el Alcoyano en la campaña 11/12. Miranda es un jugador muy querido en el Rico Pérez por su entrega y, pese a sus limitaciones técnicas, el año pasado dio un gran nivel por la confianza total que le dio Planagumà.
El Hércules llevará a cabo una revolución en su plantilla en el mercado de invierno que comienza en enero y podría llegar un refuerzo o más por línea. El director deportivo podría incorporar, en la defensa, a dos centrales y desplazar a Álvaro Pérez al lateral derecho. Uno de las operaciones más avanzadas es la del madrileño Fernando Román, que apenas tiene oportunidades en el Córdoba y ya vistió de blanquiazul en la 16/17 con Tevenet como entrenador. Román está llamado a ocupar la ficha que deja libre Samuel Llorca, lesionado de larga duración y que permanecerá unos 10 meses de baja tras ser operado de la rodilla.
El Hércules ocupa puestos de descenso a Tercera División, categoría en la que nunca ha militado, y el domingo (12.00 horas) visita a un Espanyol B que está en racha al haber encadenado cuatro victorias. El técnico blanquiazul Jesús Muñoz volverá a jugarse el puesto porque desde su llegada el Hércules solo ha sumado el 40% de los puntos y sigue en puestos de descenso.
