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Desmontando a un «gallito»

Seis meses después ya no están en la plantilla 13 de los 21 futbolistas que se quedaron a las puertas del ascenso en Ponferrada

Torres, Yeray, Vergos y Jona aplauden tras la derrota en Villarreal. lof

Han pasado 365 días, pero parece toda una vida. Poco o nada se parece el equipo que presentó el Hércules el pasado sábado contra el Villarreal B al que se enfrentó en enero de 2019 al filial amarillo. Sólo cinco futbolistas de los 14 que empleó Vicente Mir jugaron también con Planagumà hace justo un año. Las revoluciones suelen ser para bien, o al menos eso dicen. El Hércules ha mudado de piel y ya no se distingue ni un gesto de aquel equipo imponente que recuperó parte de su esplendor en la categoría el año pasado, en una campaña que sólo frenó la eliminatoria ante la Ponferradina.

Medio año después, el Hércules es un solar que amenaza seriamente con no ser urbanizable nunca más. La reacción esperada tras la irrupción de Juan Carlos Ramírez y Vicente Mir en el club no sólo no ha espoleado al equipo, sino que lo ha hundido todavía más. Desde la llegada de ambos, en la primera quincena de diciembre, el Hércules sólo ha sido capaz de ganar un partido de seis y sigue incrustado en los puestos de descenso a Tercera y a cuatro puntos de la salvación. El club, tal cual lo encontraron.

Sin embargo, la sensación que deja el mercado de invierno es que el equipo va perdiendo caché semana tras semana. Las salidas de Carlos Martínez y Fran Miranda, dos baluartes en la temporada pasada con Planagumà y Portillo, han mermado un día a día ya de por sí debilitado en verano por lo que supusieron las bajas de Juanjo Nieto, Chechu Flores o Adrián Jiménez, que elevaban la intensidad y la competividad del grupo. No ha habido recambios de garantías en este curso y el cuerpo técnico lo sabe.

De los 21 futbolistas de la primera plantilla que terminaron en Ponferrada el curso, amargamente todo sea dicho, sólo quedan ocho. Una desbandada generalizada cuya única víctima es el Hércules, abandonado a su suerte en una temporada que se agrava cada semana. Irreconocible, con muchas caras nuevas y con 17 finales por delante hasta el mes de mayo. El mercado sigue abierto y todavía pueden salir los pocos bastiones que quedan del Hércules de la 18-19. Todos menos Falcón, el único que tiene garantizada la continuidad y al que el club quiere blindar.

El portero gaditano sigue en el club, del mismo modo que Álvaro Pérez (una incógnita hasta cuándo), Pablo Íñiguez, Nani, Diego Benito, Jesús Alfaro y los delantero Benja y Jona. El resto, todos lejos de Alicante. Un récord de cómo descabezar a un equipo que había recobrado el estatus en el infierno de Segunda División B.

El Hércules todavía no conoce la victoria en 2020 (dos empates y una derrota) y el terremoto continúa subiendo de intensidad. El club se aferra a la imagen presentable que tuvo el equipo en Villarreal durante 88 minutos. Un clavo ardiendo.

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