Luces y sombras en el primer ensayo de este nuevo Hércules que se estrenó el pasado sábado en Villarreal. Era el tercer partido de 2020, pero realmente el primero en el que los nuevos fichajes del mercado invernal entraban en acción. Varios de ellos, con apenas dos entrenamientos. Aquí nadie espera a nadie. Tampoco la competición al Hércules, que sigue en los terroríficos puestos de descenso a Tercera División.

Ante el filial amarillo debutaron el central Perone, el delantero Vergos y el extremo Olavide. El centrocampista De Lerma también lo hacía como titular, tras el rato que jugó la semana anterior en el Rico Pérez en el desastroso empate ante el Prat.

Al Hércules se le reconoció aplomo en el terreno de juego, algo más de oficio que en anteriores entregas pero acabó muriendo por errores demasiado conocidos. El paso atrás en los últimos minutos por temor a perder lo que se ha consguido lastra todavía más, semana tras semana, el ya de por sí rácano rendimiento que obtiene el equipo.

El central brasileño Bruno Perone, procedente del Nàstic, y que apenas se ejercitó un día con el resto del grupo antes de viajar a Villarreal, fue la nota positiva de los fichajes. Aportó empaque atrás, una zona desnuda tras la baja de Samuel y que no tenía repuesto desde hacía dos meses. Con Perone sobre el campo el PeroneHércules tanto en un área como en otra, no se complica en la salida de balón y quienes juegan a su lado deben recuperar confianza. El futbolista terminó ensangrentado el partido y con un aparatoso vendaje en la nariz por un choque con el delantero del filial amarillo. Para desgracia general, el gol llegó en un centro lateral, en el que primero le ganan la acción a Pablo Íñiguez y después el jugador del Villarreal B remata solo, sin marca alguna.

Hasta que Vicente Mir no inculque que el equipo debe mantener la tensión hasta el partido final, poco tiene que hacer este Hércules que sangra cada semana por el mismo agujero. Para ello ha llegado Perone, pero no es suficiente. El brasileño, que aparentemente no tiene fractura en la nariz, será presentado esta mañana en el Rico Pérez y será el central derecho titular de aquí al final de temporada.

El delantero griego Nikos Vergos también apuntó maneras en Villarreal, pero pronto se diluyó físicamente. Lleva un año sin jugar, él mismo lo reconoció en su presentación, y deberá hacer una pretemporada exprés. Vergos se situó el pasado sábado detrás de Benja, que hizo de «9», y combinó bien mientras tuvo oxígeno. En el 86', todavía con 0-0 en el marcador, Yeray llevó a cabo un gran contragolpe que Vergos no supo darle buen fin, falto de frescura en las piernas tras un partido físico.

Olavide y De Lerma, la cruz

La parte negativa de los estrenos corrió a cargo del extremo Miguel Olavide y del centrocampista Carlos De Lerma, que ya había debutado pero que fue titular por primera vez. El exjugador del Alcoyano apenas duró 25 minutos sobre el campo porque sintió un pinchazo en el gemelo izquierdo. Hubo de ser sustituido y el diagnóstico de la lesión se sabrá en las próximas horas.

Olavide, por su parte, entró mal al partido y apenas aportó en los 18 minutos que disputó. Se le vio lento e impreciso, pero es que lleva sin competir desde el pasado mes de junio, cuando celebró el ascenso a Primera con Osasuna. Sin embargo, el extremo navarro mantuvo la forma entrenando con el Oberena, de Preferente, aunque el ritmo es muy diferente.

El próximo domingo debutará Raúl Ruiz en el lateral derecho y se enfundará la camiseta blanquiazul once temporadas después. Para dar de alta al alicantino el Hércules debe dar una baja y todas las miradas se centran en Felipe Alfonso. No obstante, se ha instalado la percepción de que se estudiará toda propuesta de salida. La revolución ha tardado en instalarse en el Rico Pérez pero se antojan muy movidos los últimos 10 días de mercado.