El Hércules, sin fichas profesionales libres, deberá tramitar esta semana una baja para poder inscribir a Raúl Ruiz Matarín, quinto refuerzo del conjunto de Vicente Mir en el presente mercado invernal. A pesar de que el entrenador blanquiazul habló de ausencia de revolución en su primera semana, la evidencia directiva desmonta la intención primitiva del técnico. Los señalados para firmar el finiquito son dos integrantes de la zaga: Felipe Alfonso y Rulo, lateral diestro, el primero, y zurdo, el segundo. El rendimiento de ambos está bajo sospecha después de su ausencia casi absoluta de los onces del Hércules.

En el caso de Alfonso, por una convalecencia eterna que le ha impedido integrarse en la plantilla; y en el del futbolista valenciano, por no haber convencido a ninguno de los cuatro entrenadores que han dirigido al cuadro alicantino desde agosto: Planagumà, Vegar, Muñoz y Mir.

La intención de la comisión deportiva blanquiazul es no detener aún la dinámica de refuerzos. La búsqueda de un mediocentro de contención que ocupe el hueco de Fran Miranda se mantiene activa. Si finalmente se produce (algo que debe ocurrir antes del 1 de febrero), la pareja de laterales abandonará el vestuario del Hércules. Sus rescisiones son asumibles por el plan de ahorro propuesto por Juan Carlos Ramírez para eludir el descenso.

Cualquier otro futbolista de los que están bajo el foco por sus malas estadísticas individuales o por su supuesto desánimo, Pablo Íñiguez o Borja Martínez, por ejemplo, obligarían a un desembolso mayor que el empresario no se muestra dispuesto a asumir.

De cumplirse el plan de ruta dibujado por el socio de Javier Portillo en la sociedad limitada Zass Tecnológica, serían seis los fichajes completados tras las incorporaciones de Bruno Perone (central), Olavide (extremo), De Lerma (mediocentro), Nikos Vergos (delantero) y Raúl Ruiz (lateral).