Con el rostro visiblemente magullado y el semblante especialmente serio, Bruno Perone cumplió ayer, sin adornos gestuales ni malabares con el balón, el ritual poco memorable de la presentación oficial. El central brasileño, que se llevó un buen golpe en la nariz durante el encuentro del Hércules en Villarreal, que concluyó con una dolorosa derrota fraguada a un minuto de la conclusión, admitió que se imaginaba a su nuevo equipo pasándolo peor en su visita al filial amarillo.

El central brasileño aprovechó la mínima tregua matinal del temporal para vestirse de corto y posar para los medios con celeridad. Después, sin ningún acompañante de la comisión deportiva que lo arropara, recibió la tímida bienvenida del presidente, Carlos Parodi. «Te deseo la mayor de las suertes», le dijo el dirigente.

Tras eso, Perone explicó las razones que le llevaron a poner rumbo a Alicante. «No me encontraba a gusto en Tarragona, no me sentía bien, así que cuando recibí la oferta del Hércules ni me lo pensé. Yo vi a este club jugando en Primera y conozco un poco de su historia. Tengo amigos que jugaron aquí y me hablaron bien de la entidad y de la ciudad», reveló el defensa suramericano, que estaba en el Nàstic cedido por el Extremadura.

«Creo que es una buena oportunidad de demostrar mi trabajo y de ayudar al equipo», añadió el central, que ha firmado hasta el 30 de junio para suplir la baja de Samuel Llorca, que continúa con el proceso de recuperación de la rotura del ligamento cruzado de la rodilla.

Perone expresó que estaba «encantado de haber debutado» a pesar de haber completando unos pocos entrenamientos con el equipo y se mostró «convencido de que si el Hércules repite el esfuerzo y organización táctica» exhibidos frente al Villarreal B, «vamos a sacar muchos puntos».

El jugador prefirió no abundar en los detalles del trueque con el centrocampista Fran Miranda, ahora en el Nàstic (que contó con el exmediocentro blanquiazul en el once titular que se impuso al Barça B el domingo) , e insistió en que lo único que él quería era «respirar otro aire y afrontar un nuevo reto ilusionante», que no se siente «segundo plato» tras la negativa de Petcoff y que tampoco le preocupa «lo que ocurre alrededor del futbol porque yo lo único que deseo es poder hacer mi trabajo», confesó.

El brasileño no ocultó que se ha encontrado en Alicante un vestuario «tocado» por la mala dinámica, pero destacó que sus nuevos compañeros «quieren salir de esta situación, que es la responsable de que se pierdan partidos como el de Villarreal cuando el empate parecía asegurado», defendió Perone.

«Mi temor cuando llegué era toparme con un vestuario en el que la gente no creyera que se puede salir o que ya hubiera bajado los brazos, pero aquí no pasa eso», garantizó el sustituto de Samuel, quien agregó que daba por hecho que el cuadro de Vicente Mir «lo iba a pasar peor» en la Ciudad Deportiva castellonense.

«Cuando estás en esta dinámica te falta un poco de suerte. Encajas un gol al final y no marcas las ocasiones por un detalle», justificó. «Con la situación del equipo, imaginé que lo pasaríamos peor frente a un equipo de la parte alta, pero no fue así, merecimos mejor resultado», reiteró Bruno Perone.