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Señales de vida inteligente

El Hércules gana contra pronóstico en casa del líder Sabadell y se da un baño de esperanza al sobreponerse al 0-1 y a la lesión de Sergio Jiménez

Señales de vida inteligente

En el lugar más insospechado, cuando la soga amenazaba con apretar más que nunca a un equipo tejido a base de magulladuras, con su técnico al borde del despido, tras un mercado de fichajes disparatado y con una plantilla desquiciada por propios y extraños. El Hércules venció ayer en casa del líder Sabadell contra pronóstico pero con todo merecimiento. Un club dueño y señor de lo imprevisible.

El triunfo, la remontada de ayer en la Nova Creu Alta, baña de esperanza a un equipo que sigue atrapado en puestos de descenso directo a Tercera pero que ve que ahí abajo una sola victoria es un trampolín ante tanta incapacidad generalizada.

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No fue un camino de rosas, ¿cuándo lo es para el Hércules?, porque a los 14 minutos se lesionó Sergio Jiménez, uno de los dos fichajes para la medular de este mercado invernal. El otro, De Lerma, ya lleva dos semanas en la enfermería. La desgracia nunca viene sola. Un centro tenso, lejano pero medido al milímetro del extremo Pascual aterrizó en la cabeza de Boris, un veterano del gol por las lides de la Segunda B que colocó el balón lejos del alcance de Falcón. Perone, su par, poco pudo hacer más que mirar cómo cabeceaba de manual.

El mazazo no hacía justicia a lo que el Hércules había expuesto en una primera media hora voluntariosa, con pico y pala en casa del líder, el equipo menos goleado de la Liga y que podía poner tierra de por medio si ganaba a un Hércules ajironado. Esa descomposición no la demostró ayer en Sabadell el equipo de Mir, comandado por el dinamismo de Vergos, la explosividad de Moha y la eficiencia a prueba de bombas de un Falcón camino de la beatificación.

Poco antes del 1-0, el ariete griego había avisado con un remate de primeras tras un pase con el exterior y al espacio de Yeray. La intentona murió sobre el cuerpo del portero Mackay pero el Hércules había decidido competir de principio a fin.

En el 36', sólo cinco minutos después del 1-0, la fortuna se aliaba con el Hércules por vez primera en toda la temporada. Un centro tenso de Moha, raso desde la banda derecha, no era capaz de blocarlo el meta del Sabadell y Vergos, que había entrado con más fe que técnica al remate, acaparaba el rechace para empujar el balón casi sin querer. Valía igual. Un empate para resucitar.

Al descanso el Sabadell cogió tono. Boniquet suplió a Rey para tener más presencia por dentro e ir a por el partido. No le dio tiempo apenas a intentarlo porque en el 51' el balón parado, por fin, le daba rédito al Hércules. Además, indirectamente le daba la razón a Mir en su apuesta ciega por Pedro Torres por delante de un Diego Benito que ayer tuvo que entrar de urgencia por la lesión de Sergio Jiménez. Un córner sacado por Raúl terminó rematándolo Pedro Torres en el segundo palo, sólo de marca tras una peinada del omnipresente Vergos. Un gol para sacar al Hércules del coma y para firmar la primera victoria de 2020. Sin embargo, aún quedaba tela que cortar, casi toda la segunda parte.

Alfaro perdona el tercero

Al Sabadell le entraron las prisas, Hidalgo sentó al mediocentro Ángel para dar entrada a Héber Pena, otro delantero para apelotonar de pólvora el área del Hércules. Entonces se erigió la figura de Falcón, que si hubiera actuado ayer en una plaza de toros, habría salido a hombros. Fueron dos acciones, no más, suficientes para encumbrarse como eterno salvador. Dos salidas a los pies de los delanteros, dos intervenciones valientes que sellaron el triunfo de un Hércules que no remontaba un partido desde el mes de junio. Entre milagro y milagro de Falcón, el más claro a un chut fuerte de Pascual, Alfaro desaprovechó la oportunidad para zanjar el partido a la contra.

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