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Cuando solo vale ganar

El Hércules recibe esta tarde (17.30, À Punt) al Andorra con la necesidad obligada de recuperar el camino del triunfo y hacer buenos los dos empates de la «era Moreno». Los alicantinos no ganan en el Rico Pérez desde octubre y el rival estrena técnico

Jona y Abde celebran el gol del primero ante el Prat, el pasado mes de enero. alex domínguez

Ahora mismo la pelota coge vuelo después de tocar la red y se debate entre caer en una parte o en otra. En el ansiado confort o en el estrés más absoluto. Igual que en Matchpoint, la genial película de Woody Allen, el futuro del Hércules pende de un hilo, apenas perceptible, de un gesto, de una moneda al aire, de que un balón entre en la red adecuada.

El club blanquiazul lleva dos semanas de sosiego, más bien de calma tensa, de tregua en medio de una guerra en la que nadie sale beneficiado. Solo el caos. Los 15 días de paz social e incluso futbolística tienen un factor común: la llegada al banquillo de Antonio Moreno, otrora técnico del filial blanquiazul.

Las buenas sensaciones con el entrenador, al que esta semana han confirmado de rebote al nombrar a Carlos de las Cuevas como técnico del Hércules B hasta final de curso, deben ser refrendadas esta tarde (17.30, À Punt) en el Rico Pérez ante un Andorra que también llega en un mar de dudas. Todo lo que no sea ganar supondrá un receso, un paso atrás en esta huida a cámara lenta que está protagonizando el Hércules, que insiste en mirar hacia la salvación pero que no debe descuidar lo que le viene por detrás: el colista tiene solo un punto menos.

En esa encrucijada anda el club blanquiazul, que llega con dos bajas al partido de esta tarde. La del lateral Felipe Alfonso, que ha pasado más tiempo este curso en la enfermería que sobre el campo. La otra baja, un poco más agria, la del canterano Pedro Torres por sanción. Moreno deberá encontrar sustituto al santapolero, que ha confirmado en este mes de febrero que es un jugador muy válido para el primer equipo. De Lerma gana enteros para acompañar a Yeray, pero tampoco se descarta que el técnico del Hércules recupere el trivote con el que se estrenó hace 15 días ante el Llagostera.

Una de las muchas tareas pendientes que tienen los alicantinos es la de reencontrarse con el gol, con el que lleva reñido tres jornadas seguidas, récord negativo en esta etapa en Segunda División, una era afeada este curso hasta el extremo con una concatenación de puntos negros. Otro de ellos es la nefasta racha en el Rico Pérez, donde el Hércules no gana desde el 20 de octubre: 3-0 ante el Ebro con Jesús Muñoz en el banquillo. Desde entonces, nueve encuentros (uno de ellos de Copa del Rey) sin victoria: seis empates y tres derrotas.

La recompensa de la victoria

El Hércules lleva atrapado en los puestos de descenso a Tercera desde el 10 de noviembre y esta jornada podría salir de ellos tres meses y medio después. Para ello habría de ganar esta tarde al Andorra y que el Mestalla y el Ebro no lo hiciesen.

Por su parte, el club del Principado, propiedad de Gerard Piqué, estrenará hoy en Alicante técnico tras destituir esta semana a Gabri, que ascendió el club a Tercera. Después, el Andorra consiguió en los despachos comprar la plaza que dejaba el Reus. En la presente temporada, el Andorra llegó a ser líder durante cuatro jornadas, pero los siete partidos consecutivos sin ganar que lleva el equipo han sido suficientes para prescindir de Gabri. En su lugar llega Nacho Castro, ex del Horta de la Tercera catalana.

Quienes no estarán esta tarde serán los exblanquiazules Carlos Martínez y Adrià Vilanova. El primero, todavía máximo goleador del Hércules en la presente campaña, no jugará por lesión, aunque tampoco lo habría hecho por la cláusula del miedo que firmaron los alicantinos en su venta. El central, herculano en la 17-18, tampoco estará por molestias físicas.

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