El máximo accionista del Hércules, Enrique Ortiz, ha cerrado filas este miércoles con su socio en el club, Juan Carlos Ramírez, al que considera "imprescindible" para la supervivencia de la entidad.

Las críticas de los aficionados blanquiazules y de los medios a la gestión de Ramírez tras el catastrófico año del Hércules y el fracaso de las negociaciones para fichar a Carmelo del Pozo como nuevo director deportivo han hecho reaccionar a Ortiz en defensa de su aliado.

"No se puede prescindir de Juan Carlos en el club si queremos hacer un proyecto serio e ilusionante, que no debe bajar de los tres millones de euros de presupuesto y de los que Ramírez aporta la tercera parte cada ejercicio", ha indicado Ortiz en declaraciones a INFORMACIÓN.ES.

El accionista de referencia niega la mayor sobre las posibles injerencias de Ramírez en la parcela técnica, como sucedió el curso que ahora termina al nombrar al entrenador Vicente Mir y a los secretarios técnicos Paquito Escudero y Francisco Martínez.

"Ramírez no condiciona a ningún responsable técnico, aunque sí se permite opinar a toro pasado con algún arrebato cuando algo no funciona porque le gusta el fútbol y tiene derecho a hacerlo, puesto que pone un millón cada año. Ramírez opina, pero no impone», puntualiza Ortiz sobre su aliado.

Ortiz recalca que necesita a su lado al inversor vasco -que a comienzos de año insinuó que se marcharía el 30 de junio- porque él no puede aportar más de un millón de euros al año.

«Cualquiera otro en mi lugar cerraría el Hércules o se lo traspasaria al primero que pasase por aquí, pero yo no quiero cerrar el club y no puedo poner dos millones, por eso necesito a Juan Carlos; es imprescindible», indicó, al tiempo que deslizó la existencia de «intereses políticos» entre una parte de la afición crítica con su gestión para que ambos «desaparezcan de la entidad blanquiazul".

Dos días después de la negativa de Del Pozo a la oferta del Hércules, Ortiz asegura que Ramírez no obstaculizó su fichaje "porque se le ofrecieron plenos poderes en la parcela técnica y fue el quien no quiso bajar a Segunda B para asumir la dirección deportiva.