Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La vuelta al cole

Todos los que tengan hijos en edad escolar estarán conmigo: este verano ha sido, con mucho, el más largo desde que hay registros. A la altura como mínimo de aquellos que nuestra memoria ubica en el cajón de la infancia, donde el tránsito de un curso al siguiente, era medido en eones. Es tanta la ansiedad acumulada, que ahora mismo me pondría en vena la Sputnik de Putin con los ojos cerrados. Maldita pandemia. La vuelta al cole supone al menos un cierto alivio en cuanto que recupera parte de nuestra añorada zona de confort. Aunque sinceramente, no sé si será peor el remedio que la enfermedad; juntar a las criaturas en estas circunstancias, tantas horas en una clase, es toda una incógnita. Eso sí, escuchar al doctor Simón genera confianza; casi la misma que nuestro Hércules, que lleva siete años repitiendo curso.

Pero la vida sigue y no queda otra que enfrentar el futuro con esperanza, y la nuestra, se llama Carmelo. Del Pozo tiene la difícil misión de cambiar los usos y costumbres de Romeu Zarandieta, generar dice «una nueva cultura de club» y nos pide para ello un «acto de fe» a la hinchada. Ya le digo yo, que en esto último no pierda tiempo, porque el herculanismo siempre ha sido una religión. Confiamos, a pesar de que no vemos; amamos, aunque somos ignorados; la fe es justamente lo que nos mueve y por eso, cada quince días, acudimos fieles a nuestra cita en el templo del Rico Pérez. Con saltar al campo de blanquiazul, nos tienen ganados.

Será mucho más complicado rectificar la deriva del cortoplacismo asentada en la zona noble del Rico Pérez. Hacer ver al gabinete del puro, la importancia de sembrar hoy para poder recoger mañana. Ahora todo son risas, pero en el primer traspié, veremos si la cabra tira al monte. Se hace difícil confiar en quien, siendo constructor, no ha sido capaz de construir nada en veinte años.

En una cosa coincido con nuestro nuevo míster Cubillo, «nos vamos a divertir». Más que nada porque a la federación no se le ha ocurrido otra cosa que hacer mudanza en tiempos de desolación. Ha enrevesado de tal manera el asunto de la competición, que al final de la temporada, lo mismo ascendemos a Segunda que bajamos a Quinta. Vista nuestra trayectoria en los últimos tiempos, virgencita, que me quede como estoy. La «segonabpró» o como se llame, me parece ahora mismo la «Champions». Como ven, soy un valiente.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats