El Hércules no descendió a Tercera División pero la revolución ha sido como si lo hubiera hecho. El nuevo proyecto deportivo blanquiazul lleva ya 13 jugadores nuevos, algo que no sucedía desde la 14-15, la temporada en la que el Hércules regresó a Segunda División B. En aquel momento, Dani Barroso, por entonces director deportivo, hizo 14 incorporaciones. El actual Hércules, con Carmelo del Pozo a la cabeza, igualará en los próximos días tal cifra porque al equipo le queda todavía una ficha profesional libre: todo hace indicar que será Sergio Moyita, del Mallorca, aunque su salida del club balear todavía no está cerrada.

Para esta incierta temporada en Segunda B, la última antes del cambio de formato en el fútbol español, Del Pozo ha firmado a Adri López (Espanyol B) para la portería y a Moisés García (San Fernando), Tano Bonnín (Rapid Bucarest), Manny Rodríguez (Celta B) para la defensa. Además, en el centro del campo ha incorporado a Erice (Albacete), Armando (Murcia) y David Sánchez (Deportivo). Para el ataque llegaron Javier Pérez (Sevilla B), Pedro Sánchez (Albacete), Acuña (Albacete), Buenacasa (Málaga) y Manu Garrido (Leganés B). Por si fuera poco, también regresó Borja Martínez (Ibiza).

Además, este año Del Pozo ha liderado dos revoluciones: la deportiva y la institucional. Antes de conformar una plantilla que brilla sobre el papel (falta ver si lo hace también sobre el césped), el director deportivo aireó el club en todas las parcelas. Destituyó a José Antonio Palomino como director de la cantera y llegó Roberto Robles y también reorganizó la dirección deportiva donde ejercían desde enero Paquito Escudero y Paco Martínez bajo la batuta de Juan Carlos Ramírez. Llegaron gente de su confianza incluso antes de que Del Pozo estampara su firma, como Alejando Varela y Ángel Becerra para completar un área deportiva en la que manda sin injerencias de los de arriba.

Del cuerpo técnico del curso pasado tampoco queda rastro: se fueron Portu, Miguel Ausina y José Végar y han llegado Alberto Escobar, Chema Giménez y Alejandro Esteve para completar un banquillo liderado por el entrenador madrileño David Cubillo, con una meritoria trayectoria en el Marbella en Segunda B.

El pasado curso el Hércules realizó ocho fichajes en verano, pero su desastrosa planificación, incendiada por problemas entre los principales figurantes, obligó a dar un volantazo en el mercado invernal y a incorporar a seis futbolistas. Solo uno de ellos, el lateral alicantino Raúl Ruiz, continúa en el equipo ocho meses después. Perone, Vergos, Sergio Jiménez, De Lerma y Olavide se marcharon del club este verano con el alivio de no haber contribuido a descender el equipo a Tercera División; no por sus servicios, sino por la bola extra que le dio la pandemia del coronavirus.

El equipo, en esta eterna pretemporada a la que aún le quedan dos semanas, ha dejado sensaciones contradictorias; al menos, en los resultados. El Hércules comenzó convenciendo en su puesta de largo aunque en los últimos encuentros ha perdido chispa y ha enlazado tres partidos sin ganar. Unos números que en absoluto inquietan a Cubillo, que apela que los amistosos entran dentro de la preparación física más que de otra cosa.