Demasiado pronto. Sin apenas rodaje. Con la premura a la que obligan el sistema de competición y la evolución de la pandemia. El Hércules diseñado por Carmelo del Pozo se enfrenta al primer test serio de certificación de calidad con solo un partido de competición como garantía. El empeño del director deportivo por confeccionar un bloque con posiciones duplicadas ha dado resultado en lo numérico. Ahora resta comprobar que también cumple las expectativas sobre el terreno de juego.

Las ausencias forzosas de los dos delanteros centro de referencia en el equipo, Benja y Acuña, que, como mínimo, estarán un mes sin entrar en las convocatorias, suponen un reto superlativo para calibrar sin ambages la fortaleza real del grupo que prepara a diario David Cubillo.

No hay nada positivo en perder a dos figuras fundamentales en una demarcación tan sensible, pero, aunque nadie lo hubiera deseado tan pronto, sí valdrá para determinar la versatilidad de un proyecto ambicioso, tanto en lo económico como en lo estrictamente deportivo.

La responsabilidad del gol pesa, lo ha hecho durante la última década en un club sin nadie que acertara a dar con las piezas que posibilitaran la formación de un ataque eficaz y que cargaran con tamaña responsabilidad. La pretemporada de Benja y el desempeño del «Toro» desde su llegada a Alicante, parecían haber acabado con ese lastre nocivo. Pero ahora todo cambia. Sin ellos sobre el campo, debe ser la segunda unidad la que dé la talla.

Manu Garrido y Sergio Buenacasa. De sus facultades pende en buena medida el devenir a corto plazo de un Hércules que, año tras año, se condena a sí mismo a empezar de cero, a no cimentar, a no ganarle terreno a un presente que siempre se le marchita por falta de... Este empezaba diferente, al menos en los despachos, como mínimo en el modelo de confección del bloque, priorizando en la selección de nombres la demostración de sus capacidades sobre el terreno de juego, ajustándolos al esquema, a la propuesta de fútbol que defiende el cuerpo técnico, dentro y fuera del banquillo.

Cinco partidos trascendentales

Cubillo está obligado a dar con el modo de suplir a dos futbolistas «insustituibles». Para ello dispone de múltiples formas tácticas. Pero si mantiene su propuesta inicial, la que le permitió al Hércules empezar con victoria su curso más imprevisible, Garrido y Buenacasa se juegan entre sí el protagonismo del «nueve» y todo lo que arrastra.

En el mejor pronóstico, Benja (lesión en el hombro) y Acuña (rotura parcial de la fascia plantar), ninguno podrían participar, presumiblemente, en los siguientes cinco encuentros de Liga: contra Mestalla, Peña Deportiva, Alcoyano (si Competición, como todo hace indicar, fija el 15 de noviembre el duelo aplazado por culpa de la covid–19), Orihuela e Ibiza, el rival más directo de los blanquiazules en la pugna por el liderato que ya ocupan los insulares con seis puntos en dos jornadas.

El primer día que tuvo que decidir Cubillo entre Buenacasa y Manu, tras pedir su cambio el propio «Toro», el entrenador madrileño se decantó por el canterano del Leganés. La apuesta le salió bien. De su fe en el gol surgió la oportunidad de aprovechar el error garrafal del portero del Atzeneta, Lucas Anacker. Ayer se perdió la segunda sesión de trabajo tras chocar con Quintero por la mañana. El destino aprieta, y también ahoga.

El centrocampista del Hércules, David Sánchez, se mostró cauto y explicó ayer, en rueda de prensa, que el objetivo del conjunto alicantino para esta temporada es formar un equipo sólido y fiable que tenga claro a lo que juega.

El futbolista madrileño estaba satisfecho con el estreno del conjunto de Cubillo y, por supuesto, con la primera victoria de la temporada, coincidiendo con el debut liguero, ante el Atzeneta. Sin embargo, en su línea conservadora, alertó de las dificultad que entraña medirse con equipos de cantera de grandes clubes, como el Mestalla, próximo rival blanquiazul.

«Hay que afrontar el partido con el máximo respeto porque los filiales tienen jugadores de todos los perfiles, rápidos y técnicos, que entienden el juego», defendió el jugador sub-23, quien precisó que el Hércules tiene «lo mismo y más en su plantilla» para ir a por los tres puntos el domingo.

El joven madrileño, que valoró positivamente la imagen y la actitud mostrada por el equipo en el arranque liguero, destacó la profundidad de la plantilla herculana, en la que se pueden mezclar «jugadores con experiencia con otros con más chispa».

Sin embargo, Sánchez sí lamentó la baja por lesión del delantero Javier Acuña, ausente de los entrenamientos de cuatro a seis semanas por la rotura parcial de la fascia plantar, aunque se mostró convencido de que en el vestuario hay delanteros «de sobra» para que no se note su ausencia en los próximos partidos. A pesar de su deseo, Sánchez admitió que el delantero paraguayo, «es imprescindible para el equipo».

El mediapunta destacó a Manu Garrido, el joven «nueve» cedido por el Leganés y autor del tanto de la primera victoria, del que señaló que nunca «se arruga con nadie ni con nada».

«ACUÑA ES IMPRESCINDIBLE PARA NUESTRO EQUIPO»


El centrocampista cree que los blanquiazules podrán suplir la ausencia del delantero paraguayo


Problemas para David Cubillo... aunque no pasarán a mayores. El preparador del Hércules, que ayer programó doble sesión de trabajo, no pudo contar por la tarde con el delantero Manu Garrido, autor del tanto de la victoria en el debut liguero del Hércules. El ariete madrileño recibió un golpe en el pie en un choque fortuito con Teo Quintero durante la rutina matinal que le obligó a retirarse. Acudió después al entreno vespertino, pero no se ejercitó con los compañeros, sino con los fisios, pese a que el dolor había remitido considerablemente.