El entrenador del Hércules, David Cubillo, puso ayer paños calientes al agridulce empate de su equipo ante un Valencia Mestalla que jugó con 10 desde el minuto 50 y se declaró «contento» por haber sumado un punto, «aunque tuvimos oportunidades suficientes en la segunda parte para habernos llevado los tres y lograr esa segunda victoria consecutiva, que habría sido muy importante».

«No me duele nada», recalcó el técnico madrileño tras el partido cuando se le preguntó si no le sabía a poco el empate por la superioridad numérica de los suyos. «Vamos a ser positivos; hemos sumado cuatro puntos en dos partidos y, a veces esa percepción no se tiene en Alicante, hemos empezado muy bien y vamos a seguir así».

A la hora de analizar las carencias del Hércules para hacerse con la victoria, Cubillo reconoció que a su equipo le faltó «contundencia en el área rival para haber aprovechado alguno de esos balones que tuvimos, sobre todo en una segunda parte que fue nuestra». También destacó la talla del filial valencianista, del que dijo que es un equipo «con solvencia e intensidad, capaz de remontar en la primera jornada al Atzeneta y con chicos muy competitivos, a los que el Hércules no ha concedido apenas ocasiones y hemos sabido mantener nuestra portería a cero nuevamente».

Con el paraguayo Acuña lesionado durante un mes en la fascia plantar y con Benja Martínez aún convaleciente de su operación de hombro, el preparador blanquiazul no pudo alinear ayer a dos delanteros porque Manu Garrido, que fue titular, ha arrastrado molestias durante toda la semana por un golpe en el tobillo durante un entrenamiento.

Por su parte, el técnico del Valencia Mestalla, Óscar Fernández, al que el Hércules sondeó este verano como posible entrenador, resaltó que su equipo fue capaz de dominar durante la primera parte al cuadro alicantino y tras la expulsión se defendió con orden frente una plantilla «excelente».