Con un hombre más durante casi toda la segunda parte, el Hércules se dejó ayer dos puntos en su visita al Valencia Mestalla en un campo de mal recuerdo para la afición blanquiazul en el que hace dos años se vivió el estrambote de la prohibición de la entrada a los nacidos en Alicante. Quiso al final el equipo de David Cubillo, pero le faltó autoridad durante el primer tiempo y claridad de ideas en los últimos metros y desborde y desequilibrio individual en la segunda mitad para ir a buscar una victoria que parecía a su alcance tras la expulsión de Sibille en el minuto 50.

En su primera salida de esta incierta temporada, Cubillo introdujo tres cambios en el «once» -Teo Quintero, Jon Erice y Manu Garrido-, pero al equipo le costó cogerle el aire al partido. Salió contemplativo y poco atrevido el Hércules, a verlas venir, y el filial valencianista tomó la iniciativa con buenas llegadas por fuera y siempre con la amenaza en punta de Fran Navarro.

No entraba en juego el Hércules, controlado en los primeros 25 minutos por un Mestalla agresivo en defensa y más intenso y con mayor ritmo. Superado el ecuador de la primera mitad, el conjunto alicantino comenzó a animarse y a adelantar líneas y el francés Appin demostró que también tiene llegada, además de mucho depósito para la recuperación y la briega. Su primer remate al borde del área lo tapó la defensa y el segundo, muy colocado y ajustado, se fue al palo en la mejor ocasión del primer tiempo. Dio un paso adelante el cuadro alicantino y consiguió nivelar el partido, pero le faltó autoridad para controlar el juego y echó en falta una mayor aportación de hombres como Erice, Moyita, Alfaro y Borja, llamados a marcar diferencias en el centro y en el último tercio del campo.

Tras el descanso y la expulsión, Moyita retrasó algo su posición y se echó el equipo a la espalda. Se asoció bien con Buenacasa, que tuvo tres buenas opciones de marcar, pero no concretó ninguna y el Hércules se volvió de Paterna con un empate que casi sabe a derrota en una competición que no perdona las distracciones.