El destino les vuelve a juntar. Lo hace menos de un año después de que el Deportivo resolviera su irremediable travesía por el lodo de la Tercera, un abismo al que se asomó el Hércules y del que le sacó, mastodóntica ironía, el mismo coronavirus que tiene acorralado al planeta. El Alcoyano vuelve a la competición después de tres semanas sin competir al máximo nivel. La cuarentena forzosa que impone Sanidad para los clubes que detectan contagios de covid en sus filas es la responsable.

El conjunto de Porras tendrá que recuperar el tiempo perdido por la vía de urgencia, de modo que, en los próximos 7 días, y siempre en El Collao, vivirá el derbi provincial (esta tarde, 17 horas), se medirá con el Ibiza (el miércoles, 17 horas) y con el Atlético Levante (el domingo, 16.30 horas). La Liga se les comprime: cinco jornadas en 15 días.

Cubillo considera que el parón no será relevante en el rendimiento del Alcoyano, que es justo lo contrario de lo que opinaba cuando fue a su equipo a quien el protocolo de seguridad sanitaria dejó sin entrenamientos colectivos y sin jornada de liga inaugural, esa que hoy se recupera aprovechando la ventana de selecciones.

El Hércules, gracias al desajuste que sufre el calendario en el grupo 3-B, será líder en solitario (al menos 72 horas) si es capaz de regresar con los tres puntos del estadio alcoyanista, algo que no hace desde el 23 de mayo de 2012, cuando se impuso 0-5. Desde esa «manita», no ha vuelto a doblegar al Deportivo ni como local ni como visitante a pesar de que se han cruzado en 11 ocasiones.

Unos tratarán de perpetuar la dinámica y otros de revertirla. Para ello, Porras recupera al exblanquiazul Juli y al defensa Rubén Garcés. Ambos apuntan a la titularidad, curiosamente, por las ausencias del central sub-23 José Solbes y el delantero Jona, a los que el Hércules envió en verano a Alcoy en circunstancias muy ventajosas para el Deportivo a condición de que si los alineaba en los derbis, abonaría una buena suma de euros por ello. El dinero no ha llegado a la cuenta que miran a diario Ortiz y Ramírez, así que los dos se quedarán en la grada.

Cubillo, que combina la fortuna en el devenir de los partidos (dos rivales expulsados en las dos últimas jornadas) con la desgracia de sufrir cuatro bajas, todas de hombres clave en el proyecto que ha dejado en sus manos Carmelo del Pozo. Acuña, Benja (que ha empezado a trabajar en solitario), Pedro Sánchez y Jon Erice darán aliento desde la grada. Garrido y Tano, con molestias musculares, están a disposición del entrenador, que los tendrá de inicio en el banco para no forzarles.

Eso abre la puerta de la titularidad a Quintero –que ya lo fue en Paterna– y a Buenacasa, que gozará de otra oportunidad para estrenarse como goleador después de haber desaprovechado hasta seis ocasiones más o menos claras en los últimos dos partidos. Lo hace todo bien, pero...

Su compañero arriba, si el técnico mantiene lo trabajado durante la semana, será Moyita. Cubillo prefiere no asumir lo que él entiende es un riesgo y recuperará el doble pivote de perfil defensivo con Appin y Armando confiando, esta vez sí, que no se les atragante la salida del balón. Derbi sin público, sí, pero es en El Collao, y eso ya es bastante.