El entrenador del Hércules, David García Cubillo, reconoció ayer que el partido de El Collao es el «más raro» que ha disputado en su vida por las estrictas normas sanitarias que obligaron a cerrar los vestuarios del campo del Alcoyano. «Menos mal que ha hecho buen tiempo, porque si llega a llover, no sé qué habríamos hecho», destacó el preparador, resignado a cumplir los protocolos sanitarios, que pueden variar cada semana. «Hay que cumplir las normas y me ha tocado hablar con los chicos uno por uno, con el temor de que durante el descanso se puedan quedar fríos en esos 15 minutos», añadió. «Me quedo al final con que ninguno de esos detalles del protocolo sanitario nos ha hecho perder la concentración».

En cuanto al partido en sí, Cubillo lo definió como «igualado» y como «el típico derbi de mucha tensión en un campo que suele ser complicado para el Hércules». El entrenador madrileño destacó que «las ocasiones más claras» en los dos tiempos fueron para su equipo «ante la presión de un equipo tan aguerrido como es siempre el Alcoyano».

Cubillo se declaró «muy contento» con el trabajo de sus jugadores, aunque admitió que su falta de pegada les impidió ganar un partido que les habría permitido acostarse como líderes.