El Hércules de David Cubillo crece desde la defensa. Con un solo gol encajado en los cuatro partidos disputados hasta el momento (y de penalti en el primer encuentro en casa ante el Atzeneta con victoria final de los blanquiazules por 2-1), el conjunto entrenado por el técnico madrileño firma el mejor arranque defensivo de las últimas siete temporadas en Segunda B. Ni siquiera el Hércules de la primera temporada de Lluís Planagumà, que acabó jugando la final por el ascenso y también tenía una gran organización defensiva, iguala los registros de este conjunto confeccionado por Carmelo del Pozo y dirigido por Cubillo, un técnico que viene avalado por la idea futbolística de armar sus equipos desde atrás.

Liderado bajo los palos por el capitán Ismael Falcón, que esta temporada tiene mucho menos trabajo que en las anteriores, y por los centrales Tano Bonnín y Moisés García -con alguna aparición también de Teo Quintero en el «once» titular-, el Hércules hace gala cada partido de gran concentración defensiva, a la que también colaboran el resto del bloque: los laterales Raúl Ruiz y Nani se proyectan menos en ataque y el mediocentro Kevin Appin se multiplica en las ayudas defensivas por delante de los centrales, al igual que los dos extremos Borja Martínez y Jesús Alfaro. De hecho, la defensa herculana empieza este año por la presión adelantada de sus puntas: en el primer partido El Toro Acuña, hasta que se lesionó en la fascia plantar, y en los otros tres Manu Garrido y Sergio Buenacasa.

Con todo, el buen rendimiento defensivo del equipo en estos cuatro primeros partidos se ha visto en parte deslucido por la falta de puntería en ataque, que ha impedido a los de Cubillo mejorar ese balance de ocho puntos sobre los 12 posibles y aún no sabe lo que es marcar a domicilio tras sus dos visitas al Valencia Mestalla y al Alcoyano, en las que tuvieron varias opciones de ver puerta sin llegar a realizar un fútbol brillante.

Esa falta de acierto rematador ha penalizado al cuadro blanquiazul, segundo clasificado incluso con un partido más que el líder Ibiza e igualado a puntos con el tercero, el Orihuela, que será el próximo rival este domingo (12.00) en el Rico Pérez en la quinta jornada de Liga. Se da la circunstancia de que el equipo de la Vega Baja calca los números del Hércules en todos los registros: invicto con ocho puntos, dos victorias por la mínima y dos empates sin goles (en los otros derbis ante el Alcoyano y La Nucía), tres goles a favor y sólo uno en contra.

«Si se miran los datos de todos tras los partidos, corremos un montón desde el primero hasta el último», reconoció ayer el delantero herculano Manu Garrido. «Corremos mucho para defender y, en ocasiones, eso nos pasa factura al atacar porque al poner tanta intensidad en la defensa nos cuesta a veces llegar con más hombres, aunque es un trabajo al que tenemos que acoplarnos para seguir mejorando poco a poco».

Mientras Cubillo recupera a jugadores diferenciales en ataque que ahora están lesionados -El Toro Acuña, Pedro Sánchez y Benja Martínez-, el técnico madrileño puede presumir de la seguridad defensiva como mayor virtud de este Hércules 20-21. Y no sólo porque haya sido el que menos goles ha encajado en el arranque de las siete últimas temporadas (uno menos que los dos recibidos por el equipo de Planagumà en la 18-19), sino también porque transmite mucha sensación de seguridad y apenas concede ocasiones de gol al rival. Sin ir más lejos, Falcón apenas tuvo que intervenir el pasado domingo en El Collao, al igual que en los tres partidos anteriores y ya suma tres porterías a cero consecutivas. Tano y Moisés se complementan cada vez mejor como una pareja de centrales muy rocosos, hasta el punto de que todavía no ha podido debutar en este Hércules Pablo Íñíguez, uno de los mejores de la categoría en esa demarcación hace apenas un año.

Tres años y medio y 11 partidos sin imponerse en un derbi provincial

El Hércules, que este domingo recibe al Orihuela (12:00 horas) en un duelo provincial, solo ha sido capaz de vencer en cinco de los 24 encuentros de rivalidad provincial disputados (un 20%) desde su regreso a Segunda B hace siete temporadas. Al conjunto herculano se le han atragantado históricamente los duelos vecinales, pero en esta nueva etapa la tendencia se ha disparado negativamente, tanto de local como de visitante. El Hércules lleva encadenados 11 duelos provinciales consecutivos sin ganar, el último en Alcoy el pasado domingo (0-0), y hay que remontarse a febrero de 2017 para encontrar una victoria ante el Deportivo Eldense (0-2). Desde entonces, el Hércules se enfrentó al Deportivo Alcoyano en seis ocasiones, dos ante Orihuela y Elche y una más frente a La Nucía sin conseguir los tres puntos en juego. Además, el equipo alicantino ha perdido 11 de los 24 duelos provinciales disputados. Curiosamente, solo Elche, el eterno rival ahora en Primera, y su filial, el Ilicitano, no han logrado derrotar a los herculanos en esta etapa. Como local, el Hércules, que ya perdió el pasado curso ante el Orihuela (1-3), solo ha sido capaz de vencer en estas siete temporadas en la categoría al Deportivo Eldense y al Ilicitano.El pasado curso quedó pendiente el partido ante La Nucía en el Rico Pérez tras la suspensión de la competición por la pandemia. En la primera vuelta, el Hércules cayó (3-0), encajando la mayor derrota de las últimas temporadas.