Todo se acaba, las maldiciones, también. Doce partidos después, el Hércules salda con victoria un duelo de rivalidad provincial. Lo hace a su estilo, sin brillantina, con respeto, sin perder de vista su portería, sin aplastar porque no lo necesita, con un desempeño defensivo muy loable y dos fogonazos ofensivos que, esta vez sí, subieron al marcador. Tercer triunfo consecutivo en el Rico Pérez, 11 puntos sumados de los 15 que se han puesto en liza, y apenas un tanto en contra, el que le logró hacer de penalti el Atzeneta el primer día. Se pueden discutir las formas, el fondo resulta bastante difícil.

Cubillo y Albadalejo persiguen lo mismo, solo que con diferentes herramientas. Mientras que el primero puede dejar descansar su ideario táctico conservador en los pies de David Sánchez, Moyita, Alfaro, Borja y Buenacasa; el segundo, más limitado en lo económico, ha de fiarlo todo al empuje de Chechu Flores y Toché, dos excelentes futbolistas que son muy conscientes de que sus mejores partidos ya los han jugado.

La diferencia ayer estuvo en la brillantez. La de Falcón, que sacó con el pie la única realmente clara de la que dispuso el Orihuela: un remate en el área pequeña del delantero de Santomera en el minuto 50. Y la de David Sánchez, capaz de hacer llegar el balón al área rival en buenas condiciones, unas veces con pases al hueco y otras con centros laterales, con conducciones y regates en carrera. Suyo fue el servicio que convirtió en gol Buenacasa tres minutos antes de la gran ocasión del murciano.

Hércules y Orihuela, bien ordenados desde el principio, se dejaron jugar, no se mordieron, no se expusieron y solo arriesgaron cuando el riesgo asumido era tan bajo que casi ni se notaba. Es el nuevo fútbol, es la tónica, la filosofía hegemónica, la apuesta más fiable, es el manto que lo cubre todo con los resultados. Ponerle reparos te convierte en culpable.

Es el fútbol con el que solo aciertan a disfrutar los implicados de manera directa, es verdad, pero también el que muchas veces te saca de una categoría en la que no abunda el culto por el balón y se renuncia, casi por prescripción médica, a defender con la pelota.

Manu Garrido, en el aire, y Badal, en el suelo, después de pugnar por el balón en una acción de ataque del Hércules. alex domínguez

El Hércules aprovechó las dificultades de Chechu y Toché a la hora de iniciar la presión de su equipo para rebasar rápido esa línea y ganar superioridad en el centro del campo (además de margen para pensar). Eso se tradujo en una mayor sensación de control del juego, de menos apuros de los sufridos en las jornadas pretéritas. El Hércules estaba cómodo y apenas padecía, pero tampoco pisaba área, todo su argumentario ofensivo se limitaba a disparos lejanos, en jugada o en acciones a balón parado. En una de ellas, Borja, con un golpeo formidable, fue capaz de dibujar una parábola con mucho peso que a punto estuvo de sorprender a un Leandro perfectamente colocado, aunque no del todo seguro.

Un cabezazo sin dirección de Toché y una maniobra asociativa –por fin– entre David Sánchez, el autor del primer tanto blanquiazul y Jesús Alfaro (que acabó en nada) fue todo el poder ofensivo que mostraron ambos contrincantes a lo largo de los primeros 45 minutos de un derbi que arrancó con 11 de retraso debido a la burocracia anticovid.

El derbi avanzaba sin confeti, sin estridencias, sin ornamento creativo. Con Moyita alejado del área, dedicando toda su energía a darle sentido a la salida del balón al lado de Armando, yendo y viniendo sin parar, con los dos extremos centrados en cerrar espacios, sin regatear, sin enfrentarse al lateral, solo la clarividencia de David Sánchez podía ofrecer algo diferente. Apareció en el flanco derecho tres minutos después de la reanudación, avanzó imparable con su zancada potente y, en carrera, se inventó un pase medido que Buenacasa remató con la cabeza picando el balón, haciéndolo botar a los pies de Leandro que, con esa complicación, se vio incapaz de evitar que rebasara la linea de gol. Cuando quiso sacarla ya se le había colado.

El 1-0 apenas hizo variar nada en el cuadro local, que mantuvo su estrategia consciente de que ahora, sí o sí, su rival debía exponer algo. Era cuestión de tiempo que los locales cazaran una contra. Albadalejo buscó soluciones ofensivas en su banquillo, movió ficha, avanzó la línea, restó fichas a la línea de cuatro atrás y fue introduciendo todas sus amenazas: Cases, Solano, Álex Pérez y Nil Garrido. El empuje oriolano pudo tener recompensa si Toché no se hubiera topado con Falcón, concentrado en el medio de la nada, siempre atento.

Después de esa clara ocasión en el minuto 50, el exceso de balones colgados con los que el conjunto amarillo trató de igualar la contienda murieron en las cabezas de Tano y Moisés, cada vez más conjuntados, cada jornada más regulares y complementarios.

Y cuando el 1-0 se antojaba inamovible, Garrido, que entró para suplir al «nueve», ganó un balón dividido en el centro, vio la diagonal que le trazaba Abde y le puso el balón al marroquí que, en carrera, sorteó a dos marcadores, se plantó solo delante de Leandro y, con la misma pausa que un minuto antes había malogrado una acción muy prometedora, le batió con la derecha con un disparo cruzado.

Cubillo, que se queda sin Raúl Ruiz en el lateral por una rotura fibrilar (sin rastro del parte médico oficial) en la víspera del derbi y ya acumula cinco bajas de mucho peso, firma un inicio de curso brillante porque el resplandor de los resultados es tremendamente eficaz. Ayer, a su equipo, nadie quiso discutirle el balón ni le trataron de dificultar el inicio de la jugada. El Orihuela –con su pulsión por el fútbol directo en busca del tino y del pasado memorable de Toché–, apenas inquietó. En Ibiza espera el líder, que ha ganado sus 5 partidos.

Javi Pérez defiende a Chechu Flores. Alex domínguez

Raúl Ruiz estará de baja hasta enero y Javi Pérez es titular por primera vez

La molestia muscular que notó Raúl Ruiz el pasado jueves ha derivado en una rotura fibrilar que le obligará a permanecer de baja varias semanas, lo que hace muy poco probable que vuelva a vestir la camiseta del Hércules antes de enero de 2021. La competición se detiene el 13 de diciembre y antes de ese día es casi imposible que el canterano blanquiazul reaparezca. Sin parte médico oficial, se une a la lista de lesionados junto a Acuña, Benja, Pedro Sánchez y Erice. El lugar en el lateral derecho lo ocupó ayer Javi Pérez, que debutó como titular estar temporada. Su actuación fue correcta. No sufrió en su banda y resolvió de manera solvente el poco trabajo que le generó el Orihuela.