El empresario y máximo accionista del Hércules, Enrique Ortiz, afirma que se encuentra «implicado e ilusionado» con el nuevo proyecto deportivo del club y confía en que el trabajo del director deportivo, Carmelo del Pozo, permita al equipo lograr el ascenso de categoría. «Me gusta lo que estoy viendo. Se ve una unión muy positiva y, a poco que tengamos suerte, se verá lo que es este equipo», comenta el dueño.

«Lo único que me motiva es estar ilusionado. A mí solo me gusta el Hércules. Para hacer las cosas bien hay que estar ilusionado y lo estamos porque creemos en lo que vemos», valora el constructor, feliz porque su apuesta personal para liderar la parcela deportiva está respondiendo a las expectativas. El dirigente blanquiazul, cuya firma no figura en la ejecutiva blanquiazul, ha aprovechado para advertir de que las obras de acondicionamiento del antiguo campo de entrenamiento de Fontcalent concluirán en marzo y lamenta que las medidas de seguridad sanitaria solo permitan el acceso de 150 aficionados al estadio.

«Me gusta lo que estoy viendo. Se ve una unión muy positiva y, a poco que tengamos suerte, se verá lo que es este equipo»

En este sentido, desveló que el club tenía presupuestado millón y medio de euros por taquillas y abonos que ahora deberán asumir los máximos accionistas, por lo que el presupuesto ascenderá entre 4.200.000 y 4.300.000 euros. «Siempre hemos tenido proyectos ambiciosos, pero quizás este es un poco más. Con unos hemos acertado y con otros fracasado», asume Ortiz, quien no considera prioritario ni necesario nombrar a un nuevo presidente del consejo de administración, cargo que lleva vacante desde hace medio año después de la renuncia de Quique Hernández el pasado junio.

«Lo importante es lo deportivo. Y la figura importante es la de Carmelo. Estamos todos volcados en ayudarle», señaló el propietario, que no descarta que el Hércules pueda, a largo plazo, optar a recuperar la propiedad del estadio Rico Pérez. «Eso es algo que dependerá mucho de la Administración. Lo primero es ascender y saldar las deudas. Con el ascenso se soluciona todo. El estadio no es una casa sin dueño ni un desastre. El Hércules lo cuida como si fuera suyo y aspira a que vuelva a serlo», reitera el empresario, que vio como el Institututo Valenciano de Finanzas (IVF) se quedó con la titularidad del inmueble después de que la entidad blanquiazul no devolviera el préstamo de 14 millones a la antigua CAM, operación en la que el Consell figuraba como avalista.