Justo un año después de su dimisión como director deportivo del que acabó siendo el peor Hércules de la historia, Javier Portillo está muy cerca de volver al día a día del club del que fue jugador durante dos etapas (2009-11 y 2012-16) y director deportivo en una tercera (2016-19). El empresario, dueño del club desde hace 21 años y suegro del exfutbolista, Enrique Ortiz, tiene intención de anunciar en breve el regreso de Portillo a la entidad blanquiazul, aunque mide mucho los tiempos y las formas de ese retorno, habida cuenta de las críticas suscitadas entre la afición por la gestión deportiva e institucional de los últimos años.

Una vez alcanzada la estabilidad en el campo y los despachos desde el pasado verano con el trabajado fichaje del nuevo director deportivo, Carmelo del Pozo, Ortiz busca el difícil encaje de Portillo en el nuevo organigrama del Hércules y ya deslizó meses atrás su intención de nombrarlo asesor deportivo del consejo de administración, sin que sus atribuciones interfieran las del área deportiva que dirige Del Pozo junto a sus colaboradores Ángel Becerra y Alejandro Varela. El nuevo director deportivo ha reiterado públicamente que Portillo no tiene cabida en su parcela, al tiempo que sí le reconoce el legítimo derecho a formar parte de otras estructuras del club por sus vínculos societarios y familiares con la entidad. De hecho, el largo y proceloso fichaje de Del Pozo por el club del que ya había salido de mala manera en 2013 se dilató tanto en el tiempo por el rechazo frontal del segoviano a cualquier injerencia en su parcela. Ni de Portillo, ni de ningún otro. El actual director deportivo no ha olvidado, por otra parte, que su despido como secretario técnico blanquiazul hace siete años empezó a gestarse cuando la dirección deportiva que entonces capitaneaba Sergio Fernández se opuso sin éxito al regreso al Hércules como jugador del yerno de Ortiz procedente de la UD Las Palmas.

El empresario Enrique Ortiz

El empresario Enrique Ortiz PILAR CORTÉS

Ortiz no quiere desairar a Del Pozo, ni tampoco a la afición, por lo que rechaza cualquier nombramiento oficial de Portillo, del que considera que nunca se ha ido del club por su condición de accionista. En esta línea se plantea dar carta de naturaleza en las próximas horas al regreso al día a día de la entidad de su yerno, coincidiendo con el parón de la competición en Segunda B desde el lunes durante las tres semanas de las fechas navideñas. Inmerso desde el pasado verano en lo que denominan en los despachos del Rico Pérez «nueva cultura de club» tras ponerse en manos de la consultora de comunicación del periodista Luis Motes, el dueño del Hércules barajó el pasado lunes como posible fecha del anuncio de la vuelta del exdirector deportivo, pero finalmente decidió aplazar la noticia que se comenta desde hace varias semanas en el entorno blanquiazul.

Y mientras el empresario hace encaje de bolillos para no alterar el nuevo ecosistema del Hércules y la paz social y deportiva recobradas con Del Pozo, Portillo tiene claro que su regreso al club del que es accionista no puede limitarse a ejercer una función meramente decorativa o institucional. El entorno del exjugador de Aranjuez recalca que el 9 de diciembre de 2019 decidió dar un paso al lado y renunciar a la dirección deportiva «en beneficio e interés del Hércules», pero que seguiría trabajando para la entidad desde otras parcelas. Portillo se siente víctima de una campaña de descrédito por la pésima trayectoria del equipo la temporada pasada, pero recuerda que él dimitió en la 16ª jornada (con el Hércules en el primero de los puestos de descenso a Tercera y a cuatro puntos de la salvación) y que no tuvo nada que ver con el desastroso mercado de invierno pilotado por el socio inversor de Ortiz, el también empresario Juan Carlos Ramírez.

Del Pozo, director deportivo

Del Pozo, director deportivo HÉCTOR FUENTES

Son públicas y notorias las desavenencias en los últimos años entre Ramírez y Portillo por la gestión deportiva del club, pero una vez delegada esa responsabilidad en Del Pozo y su equipo, las reticencias del expresidente al regreso del exdelantero al club son menores y Ortiz se ha encargado de suavizarlas en los últimos meses.

Javier García Portillo dimitió como director deportivo del Hércules el 9 de diciembre del año pasado tras la derrota del equipo que entonces entrenaba Jesús Muñoz -ahora segundo de Jorge Almirón en el Elche- ante el Espanyol B. Después de haberse quedado a un sólo partido del ascenso a Segunda División seis meses antes en la final ante la Ponferradina, el club alicantino ocupaba entonces puesto de descenso a Tercera tras nueve derrotas, cuatro empates y sólo tres victorias en los 16 primeros partidos. Ramírez tomó el mando de la dirección deportiva, junto a Francisco Escudero y Francisco Martínez, nombró entrenador a Vicente Mir y el equipo siguió despeñándose hasta que la suspensión de las competiciones por la pandemia le rescató de la peor crisis deportiva de sus casi cien años de historia.

Doce meses después del adiós de Portillo, el equipo es segundo en la tabla con David Cubillo como entrenador, 16 fichajes en verano y Del Pozo al frente de toda la estructura deportiva, que se ha profesionalizado a ojos vista en el último medio año.