Cubillo ha conseguido su propósito en el primer tramo de la temporada, ser un equipo firme en defensa. Y lo ha logrado de forma sobresaliente encajando solo dos goles en los ocho primeros partidos, una cifra que convierte al Hércules en uno de los mejores en defensa de los 102 equipos que componen esta temporada la Segunda B. Solo un equipo encaja menos, el Ibiza, que solo tiene un gol en contra, el que le metió el Alcoyano. Del resto de conjuntos de la categoría solo el Calahorra y el Logroñés han encajado dos goles, los mismos que el conjunto blanquiazul. Cubillo tenía claro cuando cogió la riendas del Hércules que la defensa debía ser la principal seña de identidad del equipo, algo que está consiguiendo con creces. Los centrales Moisés y Tano, fijos en el esquema del técnico madrileño, son básicos en los brillantes números del Hércules junto con un fondo de armario amplio que le permite al equipo mantener su rendimiento incluso cuando el equipo es castigado con las bajas. Es el caso de Raúl Ruiz, un fijo en el lateral y que se ha perdido los últimos partidos por lesión. Javi Pérez ha ocupado su puesto de forma extraordinaria mientras que Nani sigue siendo un titular indiscutible en el otro lateral y ha jugado todos los minutos disputados hasta el momento.

Falcón tiene menos trabajo que nunca esta temporada con la solidez del auténtico muro que tiene delante. El guardameta ha actuado también de forma notable cuando la ocasión lo ha requerido sin mayores problemas. Sigue siendo un seguro de vida pese a tener menos oportunidades para lucirse, lo que habla de forma exquisita del rendimiento en la retaguardia del equipo.

Es el Hércules más sólido en defensa de toda su etapa en Segunda B. El muro que forma Tano y Moisés es de auténtica garantía. Cubillo ha sabido conformar un bloque sólido desde la defensa a la espera de mejorar la puntería en ataque y sobre todo recuperar a los delanteros Acuña y Benja. El segundo ya está disponible tras recuperarse de una lesión que le ha impedido debutar todavía esta temporada.

Si la solidez defensiva viniera acompañada de mayor resolución en la delantera, el Hércules se saldría de la tabla. Solo lleva anotados seis goles después de ocho partidos, un cifra bajísima pero que ha sabido rentabilizar al máximo. Es uno de los aspirantes al ascenso que menos goles mete, pero la estadística no es grave al venir acompañada de un brillante trabajo en defensa. Con la recuperación de los lesionados, se espera que el Hércules aumente su olfato goleador. El equipo dispone de numerosas ocasiones durante los partidos, pero sin acierto para materializarlas. En ese sentido, la doble lesión de Acuña ha hecho mucho daño.

El equipo realizó ayer su último entrenamiento del año con la presencia de Kévin Appin, que regresó de su país tras las vacaciones y ya está reincorporado a la plantilla blanquiazul. El Hércules regresará el día 2 a los entrenamientos para preparar el encuentro del día 10 ante La Nucía en el Rico Pérez.