El Hércules comenzó ayer el año en la Liga como terminó 2020: con una merecida victoria en el derbi provincial ante La Nucía (3-1) y una gran demostración de efectividad para afianzarse en la segunda plaza del subgrupo 3 de Segunda B y en la lucha por la fase de ascenso con cinco puntos de ventaja sobre el cuarto puesto. De golpe, el equipo de David Cubillo recuperó toda la eficacia de cara a puerta que le había faltado hasta ahora para sofocar la rebelión del conjunto de la Marina Baixa, que fue valiente en el Rico Pérez, pero muy blando en las dos áreas: concedió mucho en la propia y apenas inquietó a Falcón en la contraria.

Ocho minutos de ensueño, del 30 al 38, los más vibrantes de la temporada, bastaron al Hércules para sentenciar este último partido de la primera vuelta justo cuando mejor estaba jugando La Nucía. Mandaba en ese momento el conjunto rojillo cuando el alicantino Borja Martínez persiguió un balón por su banda izquierda hasta la línea de fondo, sacó un gran centro al primer palo de Fornés, que midió mal, y Manu Garrido abrió la cuenta blanquiazul con la puntera.

El equipo de Cubillo tuvo entonces la virtud de la insistencia y la ambición. No se conformó, ni especuló con la ventaja que le dio su primer gol en su segundo tiro a puerta. Cuatro minutos después, con la presión alta de las líneas comandada por los dos delanteros, Buenacasa armó una gran jugada de nuevo por la banda izquierda con un autopase sobre Pajarero, que se lesionó en la acción, y su asistencia hacia atrás la culminó Borja Martínez con una definición exquisita al picar el balón sobre la salida de Fornés para el 2-0.

En la fría mañana que despidió a Filomena con algo de lluvia antes del partido, el vendaval blanquiazul zarandeó aún más al conjunto de César Ferrando cuando Buenacasa discutió un balón en la frontal del área a Lama -recién entrado por el central Pajarero- y en la disputa anotó con la izquierda el 3-0 (minuto 38) para el equipo de Cubillo, que hasta ayer no había anotado tres tantos en ninguno de los ocho partidos anteriores. Los blanquiazules encontraron de repente toda la efectividad que les había faltado en los ocho primeros partidos del campeonato. Cuatro remates con peligro y tres dianas, todas ellas de sus delanteros, que en algún caso se permitieron el lujo de anotar y asistir, como fueron los casos de Borja y Buenacasa. ¡Bingo!

Incluso el extremo alicantino pudo hurgar aún más en la herida de La Nucía, que estaba grogui tras la tormenta blanquiazul, cuando en el minuto 40, en otro robo de balón por la presión adelantada, se quedó mano a mano ante Fornés y el portero rojillo evitó el cuarto con una gran intervención.

Se frotaban los ojos los 50 aficionados blanquiazules presentes en la tribuna cubierta ante el recital goleador de los suyos cuando La Nucía recortó distancias al filo del descanso a la salida de un córner, gracias a un gran derechazo desde la frontal de José Mas, después de que Javi Pérez hubiera salvado sobre la línea un remate de Kevin Toner en la acción anterior. El tanto visitante hacía algo de justicia al buen arranque de partido de La Nucía, que se vio desbordada y recibió un severo castigo en el último y trepidante cuarto de hora del primer tiempo.

No se movió el marcador en la segunda mitad, y no fue por la falta de oportunidades, sobre todo de los blanquiazules. El Hércules intentó controlar el juego con la posesión y achicar los espacios a La Nucía con las líneas muy juntas en la fase defensiva. Fue el equipo de Ferrando el que recuperó el control del juego, pero le faltó profundidad y pegada. Dominaban los de la Marina Baixa, pero las ocasiones seguían siendo de los de Cubillo: Manu Garrido remató al palo tras «robarle la cartera» de nuevo a Lama, y más tarde Benja tuvo dos clarísimas opciones para ampliar la cuenta en su primer partido de la temporada tras superar su lesión de hombro.

Bien dirigida por el exherculano Miñano desde el puesto de mando en el centro del campo, no se rindió nunca La Nucía, que tuvo atrevimiento y personalidad para llevar la iniciativa ante un Hércules más reservón, que se desajustó al comienzo del segundo acto con los cambios. Cubillo retiró a Javi Pérez y Buenacasa para dar entrada a Raúl Ruiz y Jon Erice y el equipo blanquiazul se vio sometido por momentos, pero sin pasar graves apuros gracias a su magnífico entramado defensivo.

Lo intentó La Nucía hasta el final, con un lanzamiento de falta de Juan Antonio que rozó el palo de Falcón, pero los tres puntos ya estaban en el casillero de un Hércules, en el que causó baja de inicio el central Moisés por molestias musculares. La apuesta de Cubillo por sus pretorianos, sus habituales de la primera vuelta, le salió redonda. Y el próximo domingo (12.00), nuevo derbi en casa ante el rutilante Alcoyano, tercer clasificado.

El Hércules formó de inicio con: Falcón; Javi Pérez, Tano, Teo Quintero, Nani; Appin, Moyita, Jesús Alfaro, Borja Martínez; Manu Garrido y Buenacasa.

El once inicial de La Nucía lo integraron: Fornés; Prats, Pjarero, Kevin, José Mas; Damià, Tavares; Cabezas, Fofo, Miñano; y Agüero.