En la recta final de la segunda vuelta, y a falta de siete partidos para el final de la primera fase, el Hércules despidió al entrenador David Cubillo tras encadenar dos malos encuentros ante el Atzeneta y el Alcoyano, en los que nunca tuvo el control del partido, le faltó iniciativa y mentalidad ganadora y se vio claramente superado, especialmente el pasado domingo en El Regit. Con el equipo segundo y tres piezas clave ausentes por lesión -Toro Acuña, Moyita y Moisés García-, no se puede decir estrictamente que la situación sea alarmante, pero sí preocupa de cara a estos siete últimos partidos y los que puedan llegar en la segunda fase que el Hércules perdiera autoexigencia, tensión competitiva y autocrítica por parte de Cubillo. El director deportivo Carmelo del Pozo reclamó atrevimiento el pasado miércoles, pero el conjunto de Cubillo respondió el domingo con un paso atrás y la peor actuación de la temporada. Acción-reacción: no le ha temblado el pulso a Del Pozo, que ha cortado por lo sano la breve etapa en Alicante del técnico madrileño, cuyos pecados capitales le han costado el puesto tras apenas 11 partidos en el cargo, sin ganarse el derecho a un ultimátum por las urgencias del nuevo sistema de competición, que reduce al mínimo el margen de error.

EQUIPO SUPERADO

Sensación de inferioridad por primera vez en el curso ante los de Parras y el modesto Atzeneta

El Hércules de Cubillo, confeccionado sobre la base de una notable seguridad defensiva, había protagonizado algunas actuaciones irregulares durante el curso, pero nunca dio la sensación de inferioridad que ofreció el domingo en El Regit ante el que era esa mañana el vicecolista de la competición. Plano, pasivo y contemplativo, el Hércules de Atzeneta fue una prolongación de la segunda mitad de la jornada anterior, en la que se vio claramente superado por el Alcoyano en el Rico Pérez, aunque no pagó su indolencia en ataque con la derrota (0-0). Es un hecho que al equipo le costó adaptarse al césped artificial de El Regit, pero el Hércules ya firmó un notable partido sobre la misma superficie en su visita al líder Ibiza, al que bien le pudo ganar y sólo perdió en el último minuto por un despiste defensivo.

El extécnico del Hércules David Cubillo, el pasado domingo en Atzeneta; a su derecha, el entrenador local David Albelda. LOF

PLAN DE PARTIDO FALLIDO

Jugar a remolque y sin capacidad de reacción

Lamentó Cubillo tras la derrota del domingo que su equipo tuviera que jugar a remolque del Atzeneta tras encajar el primer gol de Nemesio. Pero el Hércules ya estaba siendo sometido desde el inicio por el conjunto valenciano, mucho más intenso y activado en la búsqueda del área contraria y en la presión y las ayudas defensivas para negar las virtudes del rival. Puede que el Hércules tuviera un plan de partido parecido al de La Nucía en casa (3-1) con los dos puntas Buenacasa y Manu Garrido atentos para robar cerca del área rival, pero nunca se dio esa opción y los blanquiazules se vieron superados en todas las líneas. Especialmente en el centro del campo, donde apenas tuvieron posesión Appin y Pedro Torres, mientras que tampoco hubo asociaciones por las bandas con Alfaro y Borja haciendo la guerra por su cuenta y los laterales, sobre todo Nani, muy desdibujados, como el resto. Todos los jugadores de campo estuvieron muy por debajo de su mejor versión y el equipo no tuvo capacidad de reacción ni siquiera con los cambios. Apenas Pedro Sánchez dejó algún detalle interesante del carrusel de sustituciones de Cubillo, que también dio entrada a Benja, Erice, Raúl Ruiz y David Sánchez sin que el Hércules fuera capaz de reaccionar.

GESTIÓN DEL GRUPO

Dependencia de Moyita y muy poca aportación de jugadores llamados a ser diferenciales

Es ya un lugar común afirmar que las ausencias de Moyita y del Toro Acuña dejan sin brújula y sin gol a este Hércules, como se ha visto en los dos últimos partidos. A la vista de los problemas de creación en el medio, el centrocampista sevillano parecía el único capacitado para cambiar la velocidad del juego, conectar el fútbol con el peligro y superar líneas con un solo pase. Con Diego Benito en la rampa de salida, era un problema para Cubillo la dependencia del equipo de Moyita y la ínfima aportación de otros mediocentros como Erice y Armando, llamados a marcar diferencias, como Raúl, Pedro Sánchez o Benja, pero que siguen prácticamente inéditos. Y en ataque también es preocupante la poca pegada con sólo nueve tantos en 11 partidos, uno de los peores registros de todos los aspirantes al ascenso. Con un agravante: el escaso número de ocasiones generadas en los dos últimos partidos. La seguridad defensiva es clave y necesaria, pero no suficiente.

El extécnico del Hércules David Cubillo, pensativo el pasado domingo en Atzeneta. LOF

AUSENCIA DE MENSAJE

Un discurso de bajo perfil, conformista y sin autocrítica

Los discursos de los entrenadores son sus mensajes a los futbolistas y a Cubillo le ha pasado factura el perfil plano y carente de autocrítica de sus ruedas de prensa post-partido. Declarar que se iba «contento en líneas generales» tras el pinchazo con el Alcoyano o que las dimensiones de El Regit hicieron muy difícil el partido de Atzeneta reflejan conformismo y resignación, todo lo contrario de lo que el miércoles reclamó Del Pozo cuando exigió atrevimiento y valentía al equipo.

11 partidos en el banquillo

Cubillo deja su breve etapa en el Hércules con el equipo en segunda posición tras un balance de cinco victorias, cuatro empates a cero y dos derrotas.