El director deportivo del Hércules Carmelo del Pozo volvió a sorprender ayer y eligió a Alejandro Esteve (Benidorm, 28-III-1980), hasta ahora segundo entrenador de David Cubillo, como nuevo técnico del equipo tras el fulminante despido del preparador madrileño, que deja al conjunto blanquiazul como segundo clasificado tras 11 jornadas, pero con muchas dudas sobre el rendimiento y la mentalidad del vestuario. Hombre de la estricta confianza de Del Pozo, con el que coincidió la pasada temporada en el Deportivo de La Coruña, Esteve dirigirá hoy su primer entrenamiento y contará como segundo en el banquillo con el exjugador blanquiazul Alejandro Varela, que también volvió el pasado verano al Rico Pérez de la mano del director deportivo.

«Es el reto más apasionante que he podido tener hasta ahora como profesional en el mundo del fútbol», declaró Esteve por la tarde a los medios del club, al tiempo que consideró prioritario mejorar el juego de ataque del equipo: «Vamos a intentar corregir algunos matices necesarios y, sobre todo, en el aspecto ofensivo buscar algunas soluciones más para explotar el potencial que creemos que tienen los jugadores de esta plantilla».

A punto de cumplir 41 años, la experiencia de Esteve como primer entrenador es corta y debutará en el Hércules al frente de un equipo de Segunda B. Durante la campaña 2019/20 fue segundo entrenador del Deportivo, en el que trabajó a las órdenes de entrenadores como Nacho González, Pep Lluis Martí, Juan Antonio Anquela y Luis César San Pedro. El mismo puesto lo desempeñó en el Hapoel Tel Aviv de la primera división de Israel en la 2015/16, y posteriormente dirigió en Tercera a La Nucía. En el fútbol provincial modesto también fue entrenador de la UD Altea.

El técnico saliente, David Cubillo, y el director deportivo, Carmelo del Pozo, ayer en el Rico Pérez. ALEX DOMÍNGUEZ

La arriesgada apuesta de Del Pozo por Esteve se basa en el hecho de que el nuevo entrenador ya conoce al detalle a todos los jugadores de la plantilla, con los que ha venido trabajando desde el pasado mes de agosto. La posibilidad de que el club optara por un técnico de mayor renombre o experiencia llevaba consigo la necesidad de un período de adaptación y conocimiento del club que difícilmente concede el nuevo sistema de competición-exprés con muchas menos jornadas en sucesivas fases.

«Alejandro Esteve Power se hace cargo de la primera plantilla del Hércules y asume la responsabilidad de conseguir las metas fijadas a principio de temporada», indicó el club alicantino en un comunicado poco después de las 14 horas de ayer, en alusión al objetivo de clasificar al equipo entre los tres primeros para asegurarse su presencia en la nueva Liga Pro y luchar también por el ascenso al fútbol profesional, al que sólo pueden aspirar los tres primeros clasificados de la actual primera fase de la competición, a la que sólo le quedan siete partidos. Las dos últimas jornadas de Liga, con derrota en Atzeneta y empate en casa ante el Alcoyano (0-0), han dejado al Hércules empatado a puntos con el equipo de El Collao, tercero, y con sólo dos de ventaja sobre el cuarto, el Villarreal B.

El nombramiento de Esteve lo hizo oficial el club apenas dos horas después de que el entrenador saliente, David Cubillo, achacara su despido a una exigencia por parte del accionista Juan Carlos Ramírez, al que no llegó a citar en concreto, puesto que se remitió «al cabreo de uno de los dueños» tras la derrota del domingo en Atzeneta (2-0) como el detonante de su salida del Hércules.

Sin embargo, la dirección deportiva rechaza de plano esa injerencia de los inversores y recalca que la decisión del relevo en el banquillo la toma Del Pozo ante la deriva de conformismo y falta de protagonismo del equipo en los partidos, así como por el inmovilismo del técnico saliente para hacer reaccionar a los jugadores y mejorar el juego de ataque de un conjunto que sólo ha anotado nueve goles en 11 partidos. «Creemos que el equipo debe ser más protagonista y que debe plasmar en el campo la ambición y el hambre por conseguir el éxito», recalcó Esteve.