Debutaba en el banquillo del Hércules e introdujo algunos cambios para intentar ofrecer su sello personal, aunque el resultado no le dejó nada contento. Manolo Díaz fue tajante en su primera intervención tras un partido como técnico herculano: «No doy por bueno el resultado y no me voy contento, pero es el que es y no se puede cambiar». Admitió que hubo «cosas que no se han hecho bien» y que «hemos sufrido» ante un Orihuela que apretó mucho.
Eso sí, Díaz detalló qué fue lo que más le gustó y lo que menos de su equipo. Lo mejor, «la tranquilidad que hemos tenido tras encajar el gol a los diez minutos». Y lo que menos, «la expulsión de Jon Erice, porque tenía preparado su cambio, pero estas cosas pasan mucho en el fútbol», lamentó.
Pese a todo, el técnico madrileño es «optimista» de cara a los próximo partidos, «porque el equipo me invita a ello», subrayó. Confesó que espera poder tener un partido completo sin encajar gol en los primeros minutos y sin tener una expulsión, «para ver al equipo en su máxima expresión».
Precisamente, de cara al futuro, el preparador blanquiazul destacó que el grupo «está muy igualado salvo el Ibiza, por lo que hay que sumar, y mejor si puede ser de tres. Pero no podemos mirar más allá del siguiente partido, hay que ir paso a paso en estas próximas cuatro jornadas que quedan».
