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Análisis

Tres puntos de sutura y ambición

La victoria ante el Ibiza disipa dudas sobre el proyecto de Del Pozo en su momento más crítico y relanza al Hércules en la lucha por la Pro - Más compacto y decidido, el equipo de Díaz buscó la victoria desde el inicio y no se replegó tras el 1-0

Los jugadores del Hércules celebran el gol del triunfo ante el Ibiza.

El meritorio triunfo del Hércules sobre el líder Ibiza (1-0) el pasado domingo tuvo un enorme valor en lo deportivo, pero también en lo institucional. La victoria reengancha al equipo en las tres primeras plazas que dan acceso a la nueva Liga Pro y a la lucha por el ascenso, al tiempo que sirve para despejar las dudas que empezaban a amenazar el nuevo proyecto del director deportivo Carmelo del Pozo tras cinco jornadas sin ganar que habían sacado al equipo del podio con tres entrenadores en tan sólo 14 partidos. Frente al segundo mejor conjunto de la categoría de bronce por números, el conjunto de Manolo Díaz fue más compacto y ambicioso: planteó un partido de tú a tú al líder, buscó la victoria desde el inicio -con la permanente asignatura pendiente de la falta de remate- y fue ambicioso hasta el final, puesto que no se replegó para conservar el valioso gol del renacido Benja Martínez, sino que insistió para ampliar la ventaja y dejó atrás el conformismo y los despistes de anteriores etapas.

RESPIRO INSTITUCIONAL

Oxígeno para Del Pozo y «la nueva cultura de club» en el «día D»

Hay triunfos que valen más de tres puntos: en la clasificación, en lo anímico y en los despachos. Y el del domingo fue uno de ellos. La pésima racha del Hércules, iniciada con el primer técnico David Cubillo (derrota en Atzeneta y empate en casa con el Alcoyano), agravada con su sustituto provisional Alejandro Esteve (empate en el Rico Pérez y derrota en Santa Eulalia) y prolongada con el insuficiente empate en Orihuela en el estreno del tercer entrenador Manolo Díaz, amenazaba seriamente el crédito de «la nueva cultura de club», el proyecto que lidera Del Pozo. Aún no había ruido de sables en el palco, pero sí ese «run-run» incómodo que precede a la habitual convulsión en que vive el Hércules bajo el mandato de Enrique Ortiz y Juan Carlos Ramírez. De modo que la victoria, por lo que vale en sí misma ante el líder y por cómo se consiguió, también supone un espaldarazo para Del Pozo, que atravesaba sus horas más difíciles desde que aterrizó por segunda vez en la entidad blanquiazul el pasado verano. A falta de tres partidos para el final de la primera fase -Villarreal B, Atlético Levante y La Nucía- todo lo que no sea acabar entre los tres primeros sería un fracaso sin paliativos.

LA PLANTILLA RESPONDE

Gran versión de Benja, Falcón y Pedro Sánchez y buen tono general

Dentro del buen partido general de un equipo mermado por las bajas -Moyita, Acuña, Moisés, Manu Garrido y Jon Erice-, los tres puntos vitales ante el Ibiza tuvieron tres nombres propios: Benja, Falcón y Pedro Sánchez. Muy castigado por su lesión de hombro en la pretemporada, el delantero catalán recuperó su olfato de goleador para firmar un gol de enorme valor. Los centrales Rubén y Goldar le vigilaron muy de cerca, pero Benja tuvo el instinto de perseguir un envío largo de Raúl Ruiz, reponerse de su caída, esperar el choque de los dos defensas del Ibiza y mandar a la red un balón que golpeó con el alma. Era su primera ocasión clara y su primer remate a puerta; el primer tiro con peligro del equipo. El oficio de un goleador que no se resigna a un papel testimonial en el club blanquiazul, que apostó fuerte por él. Los focos suelen ser para el autor del tanto de la victoria, pero la aportación de Falcón fue igual de decisiva con dos paradas salvadoras en el comienzo de la segunda parte, cuando más apretaba el Ibiza, y a bocajarro en el minuto 90 a cabezazo de Goldar para asegurar el triunfo. Con menos trabajo que otros años, el capitán siempre responde con seguridad y liderazgo bajo los palos. Y, por fin, apareció a tiempo completo Pedro Sánchez. El de Aspe firmó su mejor partido como blanquiazul y fue el líder sobre el campo. Intenso, comprometido y muy participativo, se asoció para jugar, contagió garra y siempre intervino con sentido. Para esto llegó desde una categoría superior: para marcar diferencias.

ADIÓS AL CONFORMISMO

Mentalidad ganadora desde el arranque y para buscar el 2-0

Desde el primer minuto, el Hércules ofreció ante el Ibiza una cara distinta a la del resto de la temporada, incluido el debut de Manolo Díaz en Orihuela, en el que el equipo se aflojó en el arranque de las dos partes con un gol en contra a balón parado y la absurda expulsión de Erice. Frente a un rival cuajado y muy serio, el cuadro blanquiazul le presionó de inicio, atacó bien por las bandas sin encontrar rematador y no se descompuso cuando le tocó defender. Con todo, lo más llamativo fue la cara ambiciosa que mostró el equipo tras adelantarse en el marcador en los mejores momentos del Ibiza. Golpeó Benja y casi amplían la renta poco después los dos Sánchez, Pedro y David. Lejos de conformarse con el 1-0 e intentar amarrar los tres puntos (el tic conformista de las dos etapas anteriores con Cubillo y Esteve), este Hércules defendió su ventaja con más ataque y jugando mucho en el campo del Ibiza. La ambición es imprescindible para un aspirante al ascenso. También le tocó sufrir con el remate al palo de Karin y la parada final de Falcón, pero el Hércules había merecido, por juego y ocasiones, llegar a ese final loco con el partido ya resuelto y no tener que desesperarse con los tres «mano a mano» desaprovechados por Buenacasa y un cuarto de un mejorado Armando.

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