El Hércules de Manolo Díaz se juega el futuro a corto y medio plazo a partir de la próxima semana ante dos filiales, Villlarreal B y Atlético Levante, y en un derbi en La Nucía. El conjunto alicantino, que vuelve hoy a los entrenamientos en esta semana de parón liguero, necesita puntuar en su visita al conjunto amarillo el primer fin de semana y ganar uno de los otros dos encuentros para asegurarse la segunda o tercera plaza que dan acceso a la nueva Liga Pro y a la lucha por el ascenso al fútbol profesional. A un año de la celebración del centenario de la entidad, es una necesidad de primer orden que el equipo cumpla el objetivo de acabar en el podio para evitarse en esta efeméride histórica el bochorno de lo que podría ser, de facto, el descenso a la cuarta categoría del fútbol español si no entra en la Pro, con los consiguientes problemas de viabilidad económica y deportiva de la institución.

Para alcanzar la tierra prometida de la nueva categoría, también denominada Primera RFEF, se de la circunstancia de que al Hércules le servirían los tres resultados que cosechó ante los mismos rivales en la primera vuelta de la competición: empate sin goles ante el Villarreal B en el Rico Pérez, victoria 0-1 en la visita al Atlético Levante en último partido de 2020 y triunfo 3-1 sobre La Nucía en el primero de 2021.

La convincente victoria del pasado domingo ante el líder Ibiza (1-0) ha rearmado la moral del equipo y del club para afrontar el primer fin de semana la visita al filial amarillo, en lo que se presenta como el partido más importante de los disputados hasta el momento. El cuadro blanquiazul necesita, como mínimo, un empate para seguir dependiendo de sí mismo y mantener distancia s con el Villarreal B, al que ahora aventaja en dos puntos desde la tercera plaza. Ni que decir tiene que este partido, con verdadero aroma de «final», es aún más decisivo para el conjunto amarillo, al que sólo le vale la victoria para no depender de terceros en sus planes de competir en la Pro la campaña próxima.

¿Y cómo afronta Manolo Díaz este desafío en el que será su tercer partido en el banquillo blanquiazul? ¿Qué Hércules veremos en la ciudad deportiva del Villarreal: el de Orihuela, algo dubitativo e indeciso, o el mucho más sólido ante el Ibiza? «Es muy difícil jugar ante un filial», sentenció de entrada tras la victoria del domingo el técnico madrileño, que se ha pasado media vida al frente del segundo equipo del Real Madrid. «Vengo de ahí y son jugadores de mucha calidad, capaces de lo mejor y de lo peor. Es un partido que hay que saber jugar porque nunca sabes qué rival te vas a encontrar», analizó el preparador madrileño.

El Hércules espera que el triunfo ante el Ibiza sea un punto de inflexión

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«Un equipo convencional sabes por dónde va a ir, pero un filial depende de cómo tengan el día; si entran bien o no en el partido; saber si tienen capacidad para salir adelante si se les complica», argumenta Manolo Díaz. «En el propio partido se juegan varios porque ellos se suelen ir en determinados momentos. Jugar contra un filial es un partido especial y complicado porque no tienes unos parámetros fijos como referencia».

Para preparar el duelo vital de Villarreal. el técnico blanquiazul dispone de dos semanas, en las que también confía en recuperar para la causa a dos jugadores clave en el proyecto: el «cerebro» Sergio Dueñas, Moyita, y el delantero Toro Acuña, cuyas lesiones son un quebradero de cabeza para este equipo. También contará en el eje de la defensa con Moisés, sancionado el pasado domingo al igual que el mediocentro Jon Erice. El defensa Teo Quintero estará igualmente en condiciones de volver tras sus molestias de la pasada semana y peor lo tiene el delantero Manu Garrido, que sufre una lesión en el aductor y no llega a tiempo. «Es muy importante que para estos tres partidos decisivos estén todos, o el mayor número posible de jugadores, disponibles», recalcó el técnico blanquiazul.

En el choque de la primera vuelta, con David Cubillo como entrenador, el Hércules fue incapaz de superar al filial del «submarino amarillo» en un partido muy igualado y con pocas ocasiones por ambos bandos. En los siete partidos que ha jugado como local, el Villarreal B ha ganado tres (Peña Deportiva, Orihuela y Alcoyano), empatado otros tantos (Atzeneta, Mestalla y Atlético Levante) y perdido uno (La Nucía).

Tras la gran «final» del Villarreal, el Hércules recibirá al Atlético Levante de Tevenet y Pablo Íñiguez, que puede llegar al Rico Pérez sin opciones de evitar la lucha por el descenso a Tercera, aunque también cuentan los puntos para la lucha por la salvación, y que en la próxima jornada se mide con su eterno rival, el Valencia-Mestalla, en un duelo a «vida o muerte».

El equipo de Manolo Díaz cerrará la primera fase en La Nucía, un equipo con altibajos, que en menos de un mes ha pasado de luchar por la zona noble a intentar asegurar la permanencia después de dos derrotas consecutivas que han desbaratado una racha de tres victorias seguidas de los de César Ferrando.