El Hércules tiene motivos para creer de cara a la gran «final» por el ascenso y la Liga Pro del próximo sábado (17.00) en Villarreal ante el filial amarillo. Después de un inicio de año marcado, como es tradición, por la convulsión de los malos resultados y dos cambios de entrenador, el conjunto alicantino ha reaccionado a tiempo para afrontar la cita más importante en lo que llevamos de temporada, en la que necesita puntuar para continuar entre los tres primeros y seguir dependiendo de sí mismo cuando ya sólo falten dos encuentros para el final de la primera fase del campeonato. En sus tres semanas como tercer entrenador del curso, Manolo Díaz ha corregido la deriva del equipo y le ha devuelto la inercia y la mentalidad ganadoras con un empate con 10 jugadores en Orihuela y sendas victorias sobre Ibiza y UCAM-Murcia, aunque esta última fuera en un partidillo de entrenamiento. En este período, el vestuario ha dado muestras de unidad y compromiso como no había hecho hasta el momento y ha conseguido calmar las aguas en el palco y los despachos cuando el proyecto de Carmelo del Pozo empezaba a cuestionarse. La recuperación del equipo llega también de la mano de la mejor versión de futbolistas de peso como Pedro Sánchez y Benja Martínez, que refuerzan el gran momento de compañeros como Falcón, Tano y Appin, al tiempo que dos de los mejores jugadores de la categoría, Acuña y Moyita, se suben a la nave blanquiazul tras sus largas lesiones en este momento decisivo del campeonato.

1.- El equipo vuelve a ganar y recupera la fe en sus posibilidades

El nuevo entrenador Manolo Díaz destacó en su presentación que su prioridad era cambiar el aspecto mental de los jugadores para recuperar la inercia ganadora y que todo pasaba por conseguir una primera victoria. Y en eso está el equipo en este esprint final del campeonato. Después del bache en el que entró con los dos últimos partidos del entrenador David Cubillo (empate ante el Alcoyano y derrota en Atzeneta) y los dos de su sustituto provisional Alejandro Esteve (empate con el Mestalla y derrota en Santa Eulalia), el conjunto blanquiazul acumula dos victorias y un empate desde la llegada del preparador madrileño. El empate (1-1) lo consiguió en su estreno en Orihuela en condiciones adversas: con un jugador menos desde el minuto 52 y con 1-0 en contra. La semana siguiente derrotó al líder Ibiza en un partido muy serio (1-0) y el pasado viernes se impuso a domicilio en un amistoso en Murcia al UCAM (1-2), segundo clasificado del grupo 4B. Aunque fuera un partidillo de entrenamiento, la gente del fútbol bien sabe que a ganar se aprende ganando; y que los triunfos hay que entrenarlos. Y además, marcó Buenacasa de penalti para ir desterrando sus demonios interiores por las muchas ocasiones falladas y Benja, que prolonga así su buen momento.

2.- El vestuario traslada más unidad dentro y fuera del terreno de juego

El pasado jueves, el centrocampista Armando reconoció tras la victoria ante el Ibiza (1-0) que el vestuario estaba «más unido que nunca». No es que hubiera conspiraciones, ni bandos de marginados en la anterior etapa, pero sí es un hecho que la llegada de Manolo Díaz, en apenas tres semanas, ha dejado escenas y situaciones que evidencian un rearme anímico del equipo como grupo: desde la celebración colectiva de los dos goles (el de Moisés en Orihuela y Benja al Ibiza) al nuevo papel de liderazgo asumido por Pedro Sánchez, que arengó a los compañeros antes y durante el partido ante el líder, pasando por la reacción en positivo de jugadores que disputan pocos minutos, como Diego Benito, que fue de los primeros en unirse a la alegría del herculanismo por esa victoria frente a los baleares a través de las redes sociales. El grupo afronta como «una piña» el gran desafío.

3.- La mejor versión de Benja y Pedro Sánchez en la hora clave para arropar a Falcón, Tano, Appin...

Llega el momento clave de la temporada y futbolistas determinantes como el interior Pedro Sánchez y el delantero Benja Martínez están a bordo del barco tras superar sus problemas físicos con las lesiones y su falta de continuidad. El extremo de Aspe cuajó su mejor partido ante el Ibiza (tiró del equipo en todo momento y mostró un carácter y una garra inéditos hasta entonces), mientras que el ariete catalán se ha reencontrado consigo mismo y suma tres goles (Santa Eulalia, Ibiza y UCAM-Murcia) en los cuatro últimos partidos. La mejor versión vista hasta ahora de Pedro y Benja aporta muchos enteros a un equipo sostenido por jugadores muy solventes y regulares como Falcón en la portería, Tano Bonnín en el centro de la defensa y Kévin Appin en el eje del mediocampo. Los tres han formado un pasillo de seguridad incompleto porque faltaba el complemento del gol en punta y el desequilibrio y el juego entre líneas que ahora aportan Pedro Sánchez y Benja, a la espera de la incorporación definitiva de Moyita y Toro Acuña.

4.- Vuelven Acuña y Moyita, "fichajes" estratégicos y de "play-off"

Los grandes jugadores están para los grandes momentos; y en esta hora crucial Manolo Díaz recupera a dos de los mejores futbolistas de la categoría: el delantero Toro Acuña y el centrocampista Moyita. Puede que no estén para ser titulares este sábado después de muchas semanas ausentes por lesión, pero su sola presencia en la convocatoria relanza la moral del grupo y las opciones de Manolo Díaz desde el banquillo. A este Hércules le falta, sobre todo, gol y llegada desde la segunda línea; y el paraguayo y el sevillano son dos jugadores que pueden resolver perfectamente ambas papeletas. Además, son futbolistas de equipo, en el sentido de que Acuña contagia mucho ardor al grupo en la presión constante al rival, mientras que Moyita es el mejor «socio» de todos para agruparse, tocar y descargar por las diferentes parcelas del campo.

5.- Calma institucional para apaciguar el entorno y sofocar un amago de crisis sobre el proyecto

La mala racha de resultados del Hércules, que le ha obligado a sufrir para asegurarse una de las tres primeras plazas, también desestabilizó el entorno institucional de un club como el blanquiazul, en el que los equilibrios son muy frágiles en los despachos. Surgieron las primeras dudas sobre el proyecto deportivo de Carmelo del Pozo (cuya decisión de apostar por Alejandro Esteve como sustituto de Cubillo no fue entendida ni compartida por la propiedad) y volvió a cundir el nerviosismo en el Rico Pérez sobre el papel que podían desempeñar en este amago de nueva crisis el accionista Juan Carlos Ramírez y el exdirector deportivo Javier Portillo. Es un hecho que los vestuarios se suelen blindar del ruido externo del palco y las oficinas, pero siempre ayudan a los éxitos deportivos la calma y el sosiego institucional.