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Adiós al ascenso en marzo (0-1)

El Hércules cede ante el Levante B y se despide de la lucha por su vuelta al fútbol profesional y del billete directo a la Pro - Espeso y sin gol, el equipo alicantino buscará la nueva Liga en la segunda fase para evitar el descenso a la cuarta categoría

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Las imágenes del Hércules - Levante B

De desastre en desastre hasta el fracaso final. El Hércules encadenó ayer un nuevo tropiezo con su primera derrota del curso en casa ante el Atlético Levante (0-1) que le aparta definitivamente de la lucha por el ascenso y del billete directo a la nueva Liga Pro a las primeras de cambio: a mediados de marzo y a falta de un partido para el final de la primera fase. Este nuevo mazazo para el conjunto alicantino, con uno de los presupuestos más altos de los 102 clubes de Segunda B, le obliga a luchar en la segunda fase frente a seis equipos -dos de su grupo B y cuatro del grupo A catalán- por dos plazas para la nueva Pro o Primera División RFEF. Si no consigue una de esas dos plazas, se habrá consumado en la práctica un descenso a la cuarta categoría del fútbol español y un fracaso histórico de la entidad blanquiazul en la temporada previa a su centenario.

El equipo blanquiazul volvió a ofrecer ayer un tratado de impotencia y a demostrar la poca consistencia de un vestuario incapaz de sobreponerse a la plaga de lesiones que sufre desde el comienzo de temporada, ni de reaccionar con tres entrenadores en 17 partidos. Frente a un rival que llegaba con el agua al cuello y que lleva toda la temporada en la parte baja de la tabla, el Hércules no mereció perder, pero no supo ganar y volvió a mostrar lagunas impropias de un aspirante a competir con los mejores.

El cuadro de Manolo Díaz pagó, una vez más, su falta de pegada y colmillo; su poca mordiente en ataque, una constante durante esta temporada de pesadilla con las lesiones de sus jugadores más determinantes en los últimos metros (Acuña, Pedro Sánchez y Moyita, en particular). No fue brillante ni tuvo la autoridad necesaria sobre el juego, pero sí llegó lo suficiente como para no irse en desventaja al descanso, ni al final del partido. Hasta cuatro intervenciones de mérito realizó el meta visitante Pablo Cuñat para negar el gol por dos veces a Armando en sendos remates muy potentes desde el borde del área, a Benja en un cabezazo de espaldas desde muy cerca y al debutante como titular Sidoel, que remató muy blando a pocos metros del arco rival. También Appin tuvo su opción de remate dentro del área en el primer acto, aunque le tapó el disparo la defensa visitante.

Pero no hay forma. El equipo blanquiazul volvió a ser inofensivo en el área adversaria por enésima vez esta temporada y el filial granota supo sacar tajada de las muchas carencias blanquiazules. Bien protegido por su portero, el Atlético Levante capitaneado por el exherculano Pablo Íñiguez capeó el temporal y aprovechó a la perfección su única oportunidad en este tramo. Superada la media hora de juego, Blesa filtró un buen pase por alto que superó al eje central de los de Manolo Díaz, en el medio y en defensa, y Cantero definió a la carrera en el «mano a mano» ante Ismael Falcón.

Como de costumbre, el Hércules empezó con ritmo y hasta seis saques de esquina a su favor en los 20 primeros minutos, pero no pudo sacar rédito de su dominio territorial por su falta de agresividad y acierto en los últimos metros. El equipo quiere, pero da la sensación de que no puede o no sabe. Le faltan carácter, talento y gobierno de los partidos. Privado de jugadores clave, lo intenta por fuera y no consigue activar con peligro a los extremos Jesús Alfaro y Borja Martínez, ni tampoco ayudan los laterales en el despliegue. Ayer se hartaron a tirar centros, pero ninguno de ellos con sensación de peligro. El filial se había parapetado bien en el ombligo de su área para cerrar esa vía del ataque blanquiazul.

Y por dentro, el técnico le dio la alternativa al holandés Sido el en lugar del declinante David Sánchez, pero este equipo se queda sin fútbol ni inspiración si faltan sobre el verde Moyita y/o Pedro Sánchez.

Tras el descanso, Manolo Díaz dio entrada a Teo Quintero por el amonestado Romain e introdujo un triple cambio -Moyita, Manu Garrido y Abde- en el minuto 57 para intentar la remontada. Tuvo algo más de chispa el Hércules, pero el Atlético Levante perdonó la sentencia del 0-2 en una contra superada la hora de partido.

Acuciado por las prisas y la urgencia histórica del club, el conjunto blanquiazul empujó con más corazón que cabeza y consiguió un tanto en el minuto 67 entre Manu Garrido y la defensa levantinista, pero el árbitro lo anuló por una posible mano que negó el atacante herculano. La suerte tampoco acompañó al equipo alicantino y Álex Martínez estrelló en el larguero un lanzamiento directo de falta en el 76’ en el último intento de un equipo roto que se hunde en su impotencia. Poco más pasó en los últimos 20 minutos de juego, en los que hasta Moyita se contagió de la imprecisión generalizada de este Hércules espeso y mediocre, que lleva camino de condenarse de nuevo a luchar por evitar la deshonra del descenso a la cuarta categoría.

En su cuarto partido oficial, Manolo Díaz alineó de salida a: Falcón; Javi Pérez, Tano, Romain, Álex Martínez; Armando, Appin; Alfaro, Sidoel, Borja; y Benja Martínez.

Por su parte, el Atlético Levante salió de inicio con: Pablo; Joseda, Diana, Pablo Íñiguez (capitán), Toni Herrero; Sevikyan, Blesa, Carvajal, Ferni; Cantero y Raúl Alcaina

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