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Análisis

Equipo y proyecto, en el alambre

El desplome del Hércules sigue imparable con el tercer técnico del curso y obliga a revisar el objetivo de la nueva etapa de Del Pozo para no caer a la cuarta división - El foco de la crisis apunta directamente a la falta de talento y carácter del plantel

El herculano Alfaro cae en lucha con Carvajal, del Levante B.

Batacazo en Villarreal (2-1), adiós a la temporada de Acuña por una grave lesión, matemáticamente fuera de las tres primeras plazas por el fiasco ante el Atlético Levante (0-1)... La sucesión de desastres que acumula el Hércules en la última semana, y con una mayor perspectiva durante una dramática segunda vuelta de la competición, han obligado al ambicioso proyecto que lidera Carmelo del Pozo a cambiar de objetivo tras el estrepitoso desplome del equipo. El conjunto blanquiazul es el vicecolista de esta segunda mitad de la Liga regular -con una sola victoria en ocho partidos, tres empates y cuatro derrotas- y ahora se ve obligado a luchar en la segunda fase con otros seis equipos para acabar entre los dos primeros de los siete, subir a la nueva Liga Pro y evitar lo que sería un dramático descenso a la cuarta categoría del fútbol español. Definitivamente, las miradas también se dirigen ya hacia un vestuario corto de talento y carácter para responder a la exigencia.

DECADENCIA IMPARABLE

El equipo era segundo en la primera vuelta con 18 puntos; en la segunda ha sumado seis

El Hércules cerró la primera vuelta de la Liga el pasado 10 de enero con una clara victoria sobre La Nucía (3-1) para afianzarse en la segunda plaza de la tabla con 18 puntos y un colchón de cinco sobre el cuarto clasificado, entonces el Villarreal B. Con la seguridad defensiva como principal argumento, por encima de la brillantez en el juego, el equipo que entonces entrenaba David Cubillo sabía rentabilizar sus goles (nueve a favor en nueve partidos) y concedía muy pocas ocasiones, sufría muy poco en defensa (tres tantos encajados). En la segunda ronda de la competición, que se cierra el próximo domingo (12.00) en La Nucía, el conjunto blanquiazul, que va ya por su tercer entrenador con Manolo Díaz, es el menos goleador del grupo 3B con sólo cinco dianas en ocho encuentros y ha encajado el triple (nueve) que en la primera vuelta. De aquellos 18 puntos ha pasado a sumar seis, la tercera parte, y los datos ilustran la decadencia imparable de un equipo que ha perdido la solidez defensiva y cada día está más perdido en ataque por su ineficacia.

BAILE DE ENTRENADORES

La arriesgada decisión de Del Pozo de despedir a Cubillo le ha salido mal al director deportivo

El Hércules de Cubillo no seducía, ni enamoraba, aunque ganaba y era eficaz; más práctico que deslumbrante y atrevido, pero ganador al fin y al cabo, lo que verdaderamente cuenta en última instancia en las catacumbas de la Segunda B. En una decisión de alto riesgo y tras 11 jornadas, el director deportivo Carmelo del Pozo decidió destituir al madrileño tras la derrota en Atzeneta (2-0) cuando el equipo iba segundo por la falta de atrevimiento atacante, de protagonismo en los partidos y de mentalidad ganadora. Para sorpresa general, Del Pozo eligió como primer recambio al segundo entrenador Alejandro Esteve, que no hizo reaccionar al grupo: empate en casa ante el Valencia-Mestalla (1-1) y derrota en Santa Eulalia (2-1). Tras dos semanas perdidas con el adjunto del destituido llegó al banquillo Manolo Díaz y el resultado ha sido igual de desalentador que toda la segunda vuelta: empate en Orihuela (1-1) victoria de mérito sobre el líder Ibiza (1-0) y sendas derrotas en los partidos clave de Villarreal (2-1) y Atlético Levante (0-1). La trayectoria descendente del equipo y esta toma de decisiones sin el resultado apetecido obligan a una reflexión a Del Pozo, máximo responsable de la parcela deportiva de un proyecto que se tambalea a mediados de marzo.

RENDIMIENTO DE LA CASETA

Lesiones, incapacidad y pérdida de identidad en un vestuario corto de carácter y talento

Después de tres entrenadores y más de dos millones de euros invertidos en la plantilla, el foco sobre la mala deriva del equipo se pone ya directamente sobre un vestuario que no ha sabido reponerse a las adversidades, ni sacar el carácter y el talento necesarios para no defraudar las expectativas de un equipo al que se le exigía acabar entre los tres primeros de un grupo de 10 sin grandes escuadras enfrente, a excepción de la buena temporada del Ibiza. Pero no. A la hora de la verdad, en los partidos decisivos, este grupo de jugadores no han estado a la altura. Es cierto que las lesiones de titulares como Acuña, Pedro Sánchez, Raúl Ruiz, Moyita o Moisés García han mermado mucho el potencial de la plantilla, pero el equipo supo sobreponerse en la primera vuelta a las ausencias de los dos primeros y competir con un mínimo de garantías en todos los partidos, salvo en la visita al Atzeneta. En la hora crucial de la temporada, en Villarreal hace dos jornadas, el grupo echó por tierra la buena imagen del triunfo ante el Ibiza: estuvo inseguro atrás, no tuvo personalidad para discutir el partido al filial amarillo y fue inofensivo en ataque. Prácticamente los mismos defectos que el pasado domingo ante el Atlético Levante en una dolorosa derrota que deja a este Hércules como vicecolista de la segunda vuelta a un año del centenario.

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