Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Hércules: Del notable al suspenso rotundo con el comodín de la repesca

El Hércules pasa de una buena primera vuelta con 18 puntos al descalabro de la segunda con 6 - Sólo Falcón, Tano y Appin rinden al nivel esperado

Javi Pérez se lamenta sobre el césped del Rico Pérez

«La nota de junio la hemos suspendido y ahora toca remangarse e intentar aprobar en septiembre». El diagnóstico del director deportivo del Hércules, Carmelo del Pozo, tras el rapapolvo a la plantilla de esta semana resume el balance y la valoración de la primera fase de esta novedosa temporada 20/21, en la que el equipo se ha caído con estrépito al pasar de un notable alto en la primera vuelta, en la que era segundo clasificado, a un rotundo suspenso en la segunda, que le ha dejado fuera de las tres primeras plazas del subgrupo 3 y le obliga ahora a luchar con otros seis equipos por las dos primeras plazas de siete para evitar el descalabro de un descenso a la cuarta categoría del fútbol español. En las calificaciones individuales de una plantilla muy castigada por una plaga de lesiones musculares y el infortunio sin fin del Toro Acuña, sólo el portero y capitán Falcón, el central Tano Bonnín y el centrocampista Kévin Appin han rendido al nivel esperado en un grupo confeccionado para el ascenso y que ahora tiene una reválida de ocho partidos, ocho exámenes finales, para intentar salvar un curso clave para la supervivencia de la entidad a las puertas del centenario.

Las calificaciones de la primera vuelta.

Las calificaciones de la primera vuelta (II).

En su diatriba del miércoles contra los jugadores, Del Pozo les reprochó falta de «actitud y compromiso», el hecho de «vivir en una burbuja» y de no haber respondido con dedicación a la exigencia del club «desde el primer día», en alusión a la primera etapa del entrenador David Cubillo. Sin embargo, el equipo sí respondió a las expectativas en esa primera vuelta del campeonato, en la que acabó segundo con 18 puntos, cinco más que el cuarto clasificado, el Villarreal B. Durante esos nueve partidos, puede que el equipo no fuera brillante, audaz y atrevido, pero era seguro y eficaz: apenas concedía oportunidades a los rivales y sabía rentabilizar sus pocas ocasiones y sus escasos goles. Sin deslumbrar a nadie, ese Hércules ganó cinco partidos, empató tres y sólo perdió en la visita al líder Ibiza, donde cuajó un buen partido. Además, el equipo supo sobreponerse y sobrevivir a destacadas y prolongadas ausencias por lesiones, como las de Raúl, Erice, Pedro Sánchez, Benja y Acuña.

La notable marcha del conjunto blanquiazul comenzó a torcerse en el arranque de la segunda vuelta con el empate sin goles ante el Alcoyano en casa y la derrota en Atzeneta (2-0) que le costó el puesto a Cubillo «por la falta de protagonismo en los partidos y de mentalidad ganadora del equipo», según argumentó Del Pozo. Sin embargo, la trayectoria y el rendimiento fueron significativamente a peor con la llegada de dos nuevos entrenadores: Alejandro Esteve -empate en casa con el Mestala y derrota en Santa Eulalia- y Manolo Díaz -empate en Orihuela, triunfo sobre el Ibiza y tres derrotas seguidas ante Villarreal B, Atlético Levante y La Nucía-. El Hércules sólo ha sumado una victoria en la segunda vuelta, en la que ha sido vicecolista y sólo ha superado al Orihuela.

En este último tramo, ni ataca, ni defiende bien. Ha perdido la seguridad que tenía en la contención y se ha extraviado por completo en el juego, el ataque y, lo que es más grave, la actitud. Señalados los jugadores por el club como principales responsables del desastre, sólo Falcón, Tano y Appin se salvan de la quema y del suspenso general.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats