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Extremo del Hércules

Jesús Alfaro: "El Hércules está herido en el orgullo, hemos tocado fondo y ahora nos toca arreglarlo"

Es su tercera temporada en el conjunto blanquiazul y la segunda consecutiva que el equipo lucha por evitar perder una categoría. Reconoce que no está siendo su mejor año, pero tiene claro que la plantilla va a dar un paso al frente para meter al Hércules en la Liga Pro. El domingo, a Lleida (12.00)

Jesús Alfaro

Ha jugado 17 partidos y solo en cuatro de ellos se ha caído del once titular, el último ante La Nucía. Jesús Alfaro está convencido de que el Hércules acabará metiéndose en la Liga Pro porque el equipo «está herido en el orgullo». Por delante, ocho finales para salvar los muebles de una temporada para olvidar.

El domingo arranca contra el Lleida la hora de la verdad... ¿Le dice algo el calendario de la segunda fase?

El orden nos es indiferente. Al final tenemos que jugar ante cuatro rivales a ida y vuelta, tres de ellos en césped artificial. Son ocho partidos vitales y tenemos que dar el máximo en cada uno. El Lleida es un buen equipo que opta a subir a la Liga Pro.

El equipo se juega ahora no perder una categoría...

Hemos tenido dos semanas en las que el equipo ha reseteado, nos hemos quedado con las cosas buenas que hemos hecho a lo largo de la liga y al final somos conscientes de que es el momento de dar un paso al frente todos y ofrecer el máximo.

¿Qué sensaciones se respiran en el vestuario?

Yo creo que el ambiente ha cambiado totalmente en el vestuario porque hemos tocado fondo, asumimos que ya no tenemos opciones de subir a Segunda. Al equipo le pasó factura la decepción en La Nucía, pero ahora hemos reseteado, somos conscientes de lo que nos jugamos y de lo que tenemos que hacer. Al final el objetivo no es otro que subir a la Pro.

¿Ha venido bien estas casi dos semanas sin competir?

Sí, yo creo que tras quedarnos sin el objetivo de subir a Segunda, que era el sueño de cada jugador, acabamos tocados. Incluso para el partido ante La Nucía estábamos afectados emocionalmente por las dos derrotas anteriores ante Villarreal B y Atlético Levante. Yo creo que al final el equipo ha reseteado, ha cambiado el chip y sabe lo que nos jugamos en esta liguilla de siete equipos y ocho partidos.

Los dos primeros suben a la Liga Pro. Arrancan esta fase a cinco puntos de esos puestos pero con dos partidos más que jugar...

Dependemos de nosotros mismos. Al final da igual lo que hagan los rivales, los puntos que nos saquen...Si nosotros sacamos nuestros partidos y damos nuestra mejor versión al final vamos a tener muchas opciones de subir.

No meterse en la Pro sería una decepción mayúscula..

Ni se nos pasa por la cabeza. Debemos asumir el reto que tenemos porque al final es a cara o cruz y sabemos que no hay otro objetivo que subir.

Tres partidos fuera con césped artificial. Este año no se les ha dado esa superficie especialmente bien...

Hay que adaptarse lo más rápido posible a esa circunstancia, no debe ser un excusa ni mucho menos sino todo lo contrario. Debemos aprovechar esos partidos y esos hándicaps para demostrar y dar lo máximo de cada uno.

¿Qué le dicen los rivales con lo que se jugarán toda la temporada?

Son equipos muy duros que siempre están en Segunda B y que llevan muchos años. No los conocemos como nos hubiera gustado pero ya nos encargaremos estas semanas de ello. Son rivales competitivos que seguro que no nos pondrán las cosas fáciles.

¿Cómo sentaron las palabras de Carmelo del Pozo en las que les dio un toque de atención?

Si nuestro jefe nos da un tirón de orejas hay que coger las cosas positivas que nos quiera transmitir en ese mensaje. Con las cosas negativas no podemos excusarnos porque los errores y el daño lo hemos hecho nosotros a lo largo de la temporada. Nosotros somos los culpables de esta situación y al final el reseteo, cambiar el chip y volver a una competición nueva con siete equipos le tiene que venir bien al equipo.

¿Qué ha pasado para que al final se queden fuera de los tres primeros puestos?

No es excusa ni mucho menos porque no me gusta excusarme, pero el hecho de tener tantas lesiones hace que el nivel de competitividad del equipo baje, que estemos cogidos con pinzas. Eso es un hándicap que nos ha perjudicado. Son los dos meses que hemos hecho mal y que han condenado al equipo a quedarse fuera de la posibilidad de luchar por el ascenso a Segunda.

¿Está enrabietado el equipo?

Por supuesto, tememos el orgullo herido, por lo menos a nivel personal a mí. Sabemos de la dificultad que tiene pero es una nueva fase en la que es todo nuevo. Hay que sumar de tres en tres desde el principio.

¿Cree que serán clave los partidos en el Rico Pérez?

Seguro. Ojalá la pandemia avance favorablemente y podamos tener algo de público porque en este momento es cuando más se le necesita. Tenemos que hacer del Rico Pérez un fortín.

¿Qué les transmite el míster?

Tiene una cosa muy buena y es que transmite mucha tranquilidad porque en una situación tan mala en la que de siete partidos solo hemos ganado un partido es justo lo que necesita el equipo.

¿Cómo se ve este año personalmente?

A nivel futbolístico es de mis peores años, no me escondo al reconocerlo. Sé lo que he hecho, lo que me ha faltado y que en estos dos meses debo dar lo mejor para que la gente se quede con un buen recuerdo mío.

Se ha caído del once inicial...

Jugué ante Villarreal B y Atlético Levante, que son los partidos que nos condenaron. El míster tomó la decisión de no contar conmigo ante La Nucía. Al final hay que coger los toques de atención de la mejor forma posible y cambiar el chip porque ya no vale estar al 70 u 80 por ciento, hay que dar el cien por cien.

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