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La suspensión del duelo ante el Llagostera obliga al Hércules a jugar tres partidos en ocho días

Dos casos de covid en el conjunto catalán aplazan la jornada prevista para el sábado y comprimen el calendario - El encuentro se disputará el 5 de mayo

El blanquiazul Abde, la gran sensación en los últimos partidos, en una ocasión ante el Badalona.

El Hércules se quedó frío en la mañana del martes cuando recibió la comunicación de la Federación Española de que el partido de este sábado ante el Llagostera en el Rico Pérez quedaba suspendido a causa de dos positivos por covid en el conjunto catalán. Un parón inesperado en el mejor momento de la temporada del equipo de Manolo Díaz cuando buscaba la tercera victoria consecutiva y dar un paso más hacia la Liga Pro. No podrá ser este fin de semana en el que el Hércules se verá obligado a descansar para volver a poner todos los sentidos en su próximo encuentro ante el Lleida en el Rico Pérez.

Según anunció el Hércules, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) decidió trasladar el partido «a una nueva fecha lo más cercana en el tiempo que se determinará por este órgano tan pronto como se acrediten todas las circunstancias que permitan la disputa del mismo».

El Hércules, que llegaba a este partido en un momento óptimo de la temporada tras ganar al Badalona y al Cornellà, deseó una «pronta recuperación a los jugadores de la UE Llagostera» en su comunicado oficial. El conjunto catalán constató los dos positivos el pasado viernes, por lo que la plantilla se ha confinado a la espera de tener el Ok para volver a los entrenamientos. Según la nota del Llagostera, los dos positivos «se encuentran en óptimas condiciones de salud». Su partido de la pasada semana también se aplazó por positivos en La Nucía, encuentro que se jugará el próximo miércoles en el Camilo Cano nuciero.

Esta es la segunda ocasión en la presente temporada que el Hércules se ve obligado a aplazar un partido por contagios de covid. La anterior ocasión fue en la primera jornada y con motivo de la visita al Alcoyano, aunque en aquella ocasión los positivos fueron jugadores del equipo alicantino.

El conjunto blanquiazul confía en que este nuevo parón no frene en seco la excelente dinámica que llevaba

El encuentro ante el Llagostera ha sido fijado, aunque no de forma oficial, para el miércoles 5 de mayo, comprimiéndose el calendario del Hércules, que tendrá que jugar tres partidos en solo ocho días en los que se jugará buena parte de sus posibilidades de alcanzar una plaza entre los dos primeros para acceder a la Liga Pro. Así, el conjunto de Manolo Díaz tendrá el día 1 de mayo la visita del Lleida en el Pérez. El siguiente miércoles jugará ante el Llagostera también en el estadio blanquiazul y el fin de semana viajará a Badalona. Un calendario apretado y un parón que frena en seco la dinámica positiva de un equipo cargado de moral.

Lo que es una incógnita es cómo puede afectar a la plantilla este parón en el que el club no tiene previsto disputar ningún amistoso para evitar lesiones inoportunas a estas alturas. Los últimos parones que tuvo el equipo no resultaron beneficiosos. El último fue tras la victoria ante el Ibiza. El equipo se cargó de moral tras el gol de Benja en el Rico Pérez y seguidamente el parón dio pie a la trascendental derrota ante el Villarreal B que empezaba a alejar al Hércules de una de las tres plazas que daban la clasificación a la Liga Pro. El parón de Navidad tampoco trajo noticias positivas para el equipo alicantino, que espera regresar con la misma dinámica de los últimos partidos.

Recuperar lesionados

Lo único positivo de tener que parar este fin de semana es que el Hércules recuperará efectivos de cara al partido ante el Lleida. Moisés y Erice estarán disponibles para el próximo encuentro y únicamente seguirá en proceso de recuperación Darren Sidoel. Será la primera vez en mucho tiempo que prácticamente se cuenta con toda la plantilla tras una tormentosa temporada en el apartado de lesionados.

Enrique Ortiz se reúne con Unidad Herculana

Representantes de Unidad Herculana se reunieron en la mañana del martes con Enrique Ortiz en las oficinas del Rico Pérez. Fue un encuentro pactado desde hace tiempo solicitado por los peñistas alicantinos, que querían preguntar al máximo accionista sobre sus planes de futuro en la estructura de la entidad así como las consecuencias que traería un posible descenso a la cuarta categoría. Quedó en el aire de nuevo el interrogante sobre si tiene pensado vender el club o demás cuestiones relacionadas con las intenciones del máximo accionista.

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