Antes de que Enrique Ortiz abrace el plan económico y estructural de Toni Freixa –que debería firmarse la semana que viene–, el 22º proyecto avalado por el constructor alicantino conocerá a los 17 equipos con los que debe medirse el próximo curso. Justo un mes después del descalabro en Llagostera, el Hércules votará junto a sus 89 compañeros de viaje el modelo de competición que prefiere.
90 Clubes iniciarán la temporada en la Segunda RFEF y, de ellos, 10 subirán a Primera RFEF.
Cinco ascensos directos y otros cinco mediante «play-off» a partido único del 2º al 5º con los grupos mezclados.
La Federación ha citado a un representante de cada club para que acuda este lunes a la Ciudad del Fútbol de las Rozas, al mediodía, para participar en la asamblea que debe determinar cómo quedan finalmente los cinco grupos que compondrán la categoría y la fecha de inicio de la denominada Segunda RFEF, el cuarto peldaño del balompié nacional. La ejecutiva federativa propondrá el primer fin de semana de septiembre (días 4 y 5) para el arranque.
5 Grupos de 18 equipos cada uno de ellos distribuidos, en principio, por proximidad
Hércules, La Nucía, Eldense e Intercity serán los representantes de la provincia el la 4ª categoría nacional.
Al igual que su predecesora la Segunda División B, la nueva competición necesita encajar un puzzle territorial complejo para fijar cinco bloques en los que prime la proximidad geográfica para elaborar la distribución.
27 Descensos al final de temporada, un 30% del total que iniciará el curso en la categoría
Bajarán a la Tercera RFEF los últimos 5 clasificados de cada grupo y los dos perdedores del «play-out»
Si se toma como referencia el año de la extinción de la Segunda B, que desaparece tras 44 temporadas vigente, los cuatro clubes de la Comunidad (Hércules, Intercity, La Nucía, Eldense, Atlético Levante y Alzira) estarían encajados dentro del grupo 3 junto a los siete representantes de Cataluña (Lleida, Terrasa, Badalona, Espanyol B, Europa, Prat y Cerdenyola) y los cuatro de las Islas Baleares (Ibiza Islas Pitiusas, Peña Deportiva, Andratx y Formentera).
Entre todos suman 17, por lo que, si se mantiene el algoritmo territorial de la última temporada, haría falta agregar otro equipo. En supuestos idénticos en campañas precedentes, la RFEF optó por asociar al grupo 3 a clubes aragoneses. El problema es que esta vez hay cinco: Brea, Ebro, Ejea, Tarazona, Teruel y Huesca B.
Los 90 representantes deberán elegir entre los modelos que la Federación someta a votación (en principio dos, con distribución Norte-Sur o Este-Oeste). Ya utilizó el mismo procedimiento en la asamblea anterior, la de los 40 equipos de la Primera RFEF. La propuesta que obtenga mayoría simple será la que se imponga.
¿Reconfigurar el grupo 3?
Aunque remota, existe la posibilidad de que el grupo 3 cambie de inquilinos o, directamente, que el Hércules pase a engrosar, él solo, otro diferente al que también le falte llenar las 18 plazas. Si eso se hiciera realidad, la entidad blanquiazul no entraría en pánico. Evitar los traslados insulares, los derbis provinciales y los duelos con los clubes catalanes, poseedores de campos poco recomendables para la práctica del fútbol, aliviaría un año que se presume muy duro.
De los 90 equipos que inicien la temporada 21-22, 10 ascenderán a la Primera RFEF y 27 caerán a la Tercera RFEF, es decir, el 30% perderá la categoría. Cinco de los que suban lo harán de manera directa como campeones y el resto lo decidirá un «play-off» del segundo al quinto, a partido y sede única. Los cinco últimos bajan y los cuatro peores 13os vivirán un «play-out» para decidir a los otros dos caídos.
