Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Marcaje estrecho a Del Pozo

Enrique Ortiz guarda en un cajón el modelo de gestión de Toni Freixa y da una segunda oportunidad al director deportivo para que enmiende el fracaso de la última temporada - El propietario asume que este año estará solo al frente de la SAD

Enrique Ortiz observa desde el túnel de vestuarios. Carla Cortés

El modelo Toni Freixa tendrá que esperar una mejor coyuntura. Su plan económico pasa a un cajón con llave hasta nueva orden. Enrique Ortiz asume el control del Hércules en primera persona aunque vuelve fiar la parcela deportiva a Carmelo del Pozo. El responsable del área técnica tiene, en su segunda tentativa, ocasión de enmendar el fracaso con el que finalizó la primera. Para lograrlo, el segoviano hace valer las condiciones de su contrato y vuelve a decir la última palabra en el diseño de la plantilla, eso sí, con un presupuesto más ajustado, uno en el que el propietario fiscalizará cada euro que salga de su bolsillo.

El empresario, con el equipo en la cuarta categoría, ha entendido que es tiempo de poner en el Hércules algunos de los criterios que aplica hace décadas a su grupo empresarial y pedir cuentas regularmente a todos los que perciben una nómina de la SAD blanquiazul. Ortiz no delegará la racionalización de los costes y será él quien aplique la tijera a todo lo que pueda buscando un equilibrio complejo que, a pesar de la rebaja, permita seguir dedicando la mayor partida a reunir una plantilla altamente competitiva sin ser la más cara de su grupo.

Del Pozo dispondrá de un presupuesto acorde a la categoría en la que compite y un objetivo inexcusable: subir a la Primera RFEF conformando un bloque que esté siempre entre los cinco primeros ahora que el sistema de liga regular recobra su formato tradicional. En principio, los recortes atañen a todos los estamentos de la entidad. Se reajustan a la baja los sueldos de los técnicos y se fija un tope salarial para los futbolistas que se incorporen y los que continúen.

En este capítulo, el director encara tres puntos de conflicto: Yeray González, Borja Martínez y Nani. Todos se benefician de fichas por encima de mercado y tocará negociar con ellos, bien para ayudarles a encontrar un nuevo destino, bien para que acepten rebajar el monto que perciben para equipararlo al resto. Satisfacer sus contratos costaría más de 300.000 euros. Raúl Ruiz, que también continúa, ya ha expresado públicamente en más de una ocasión que el reajuste de su retribución a final de mes no será un obstáculo para seguir defendiendo el escudo del Hércules y eso a pesar de que sus retribución no está sobredimensionada.

El segundo proyecto de Carmelo Ortiz en el Hércules echa a andar más de un mes después de consumarse el desastre en Llagostera. Su principal obsesión, armar un bloque capaz de hacer frente a las inversiones de los rivales más fuertes de un grupo en el que la mayoría de contrincantes serán nuevos, ya que el Hércules ha dejado el grupo 3, en el que llevaba desde la última caída a Segunda B, para integrar el cinco, en el que comparte rivalidad con clubes murcianos, de Andalucía oriental, la Ciudad Autónoma de Melilla y Castilla-La Mancha.

Sin compañía

Otra cosa que empieza a tener cada vez más asumida el dueño del Hércules es que este viaje de vuelta del sótano del fútbol nacional lo va a realizar solo. La posibilidad de forzar a Juan Carlos Ramírez a que siga en el proyecto como socio capitalista no pasa por su cabeza, aunque ambos todavía tienen pendiente una última charla cara a cara.

La entrada de nuevos inversores se apagó en el mismo instante en el que sonó el silbato por tercera vez en el municipal de Llagostera el pasado 23 de mayo. Freixa únicamente aportaría capital o facilitaría una posible venta con el equipo en el fútbol profesional... y querer mandar sobre todo sin poner dinero ya no es posible en el presente blanquiazul.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats