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Del Pozo fija los pilares de su plan

El director deportivo apuntala todas las parcelas técnicas antes de meterse de lleno en la confección del equipo - La rebaja de los contratos más altos de los ocho futbolistas que continúan o la posible rescisión de alguno de ellos, clave para la planificación

Valentín Botella, Carmelo del Pozo y Luis Motes, en la presentación del técnico hace un año.

Enrique Ortiz ha acotado al milímetro el margen económico en el que se puede mover Carmelo del Pozo, le ha dado una segunda oportunidad a su particular manera de entender el club, y el director deportivo, convencido de lo mucho que se juega, trata de no desperdiciarla. Para poder desarrollar su modelo de gestión, el técnico segoviano necesitaba apuntalar todas las parcelas que confluyen en su persona y ya lo ha hecho. Junto a Ángel Becerra, Alejandro Varela y, el último en sumarse, Pepe de la Sagra, acometerá las líneas maestras de un proyecto que parte con un objetivo inexcusable: el ascenso a la Primera RFEF. Los dos primeros continúan junto a él en la secretaría técnica y el tercero, formado profesionalmente en el Villarreal, se encargará de la coordinación del fútbol base blanquiazul, clave para la viabilidad futura de la entidad.

OCHO CONTRATOS EN VIGOR: El Hércules 21-22 estrena el verano con ocho futbolistas en nómina. Cinco de ellos fueron parte del vestuario que culminó el descenso en Llagostera: Javier Pérez, Raúl Ruiz, Nani, Borja Martínez y David Sánchez. Y los otros tres compitieron con un escudo diferente en calidad de cedidos: el central José Solbes (Alcoyano), el mediocentro Yeray González (Real Murcia) y el lateral diestro Víctor Olmedo (Orihuela). De estos ocho, tres tienen firmadas fichas por encima de mercado y el director deportivo, para que su plan funcione, tiene que tratar de contener el gasto, bien negociando una rebaja salarial bastante sustancial (algo poco probable en el fútbol actual), bien tratando de rescindir los vínculos para que salgan de la entidad de la forma más amistosa posible. Solo a los emolumentos que percibirían el curso que viene Yeray, Borja y Nani, el club tendría que destinar más de 300.000 euros.

Eso supone alrededor de un tercio del monto a invertir este curso en la primera plantilla, de modo que las cuentas no salen. Armar un bloque que sea capaz de estar todo el año entre los cinco primeros clasificados con opciones reales de terminar campeón la fase regular (que esta temporada garantiza el ascenso directo) obliga a repartir con mucho mimo el presupuesto porque Ortiz ha dejado ya cerrado el tope de liquidez a inyectar en el proyecto después de varias reuniones intensivas con el técnico segoviano y de guardar en el cajón (sin llave) la propuesta de Toni Freixa.

La mayoría de futbolistas del año pasado ya ha mostrado su predisposición a revisar su salario del mismo modo que ya han hecho todos los técnicos, incluido Del Pozo. Plasmarlo en un documento contable es una tarea prioritaria para darle el impulso definitivo a la nueva plantilla, una que costará menos que su predecesora, así que las opciones de equivocarse en la elección de futbolistas son escasas.

SIN CONTACTO CON MANOLO DÍAZ: El último entrenador del Hércules regresó a Madrid sin lograr el objetivo para el que fue llamado y con la sensación de haber dejado su trabajo a medias. El preparador blanquiazul, responsable entre otras cosas de la eclosión de Abde, fue capaz de sacarle todo el jugo a la plantilla aunque no de manera continuada. Su interpretación del juego en la segunda fase de la Liga convirtió al Hércules en el mejor equipo de su grupo, pero el déficit que arrastraba era tan pesado que no fue suficiente.

Díaz no le da la espalda al desenlace, es consciente de que no cumplió el objetivo y, por eso, entendería que no se contara con él, que Carmelo pensara en un nombre diferente al suyo. Sin embargo, esa circunstancia no echa para atrás a Del Pozo, que sigue conservando la confianza que depositó en Díaz tras la destitución de David Cubillo y la interinidad de Alejandro Esteve. Al entrenador madrileño le gustaría volver a Alicante a terminar el trabajo que dejó a medias si se dieran las condiciones deportivas óptimas y estuvieran de acuerdo todas las partes. Si esa coyuntura es factible, el preparador blanquiazul que terminó la temporada, también empezaría la próxima, algo que Manolo Díaz considera fundamental para poder lograr el objetivo.

Nunca antes había llegado a mitad de curso a un equipo. Aceptó hacer una excepción con el Hércules por lo que supone la entidad a todos los niveles, y a punto estuvo de firmar un final feliz. Si Manolo Díaz y Carmelo del Pozo no se ponen de acuerdo, se abre un abanico que, a diferencia de lo que habría ocurrido si Toni Freixa hubiera tomado el mando de la entidad, será elegido por el director deportivo, por nadie más. Sin inversores reales interesados en meter dinero en el Hércules, el proyecto 21-22 echa hoy andar obligado a recomponer uno a uno todos los sueños hechos pedazos.

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