Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Hércules no se plantea respetar la antigüedad a quienes no compraron el carné Compromiso

El club entiende que hacerlo dañaría la fidelidad demostrada por los que sí apoyaron económicamente el proyecto - La entidad confía en que el ritmo de vacunación permita abrir con normalidad el estadio Rico Pérez

Toro Acuña e Ismael Falcón fueron la imagen de la campaña. HÉCTOR FUENTES

No habrá marcha atrás ni guiño pospandemia después de consumarse el descenso a la cuarta categoría del fútbol nacional. El Hércules no se replantea respetar la antigüedad de los socios que el curso pasado no pagaron los 50 euros del denominado carné Compromiso. Lo advertía el primer punto de la atípica –y no exenta de polémica– campaña de abonos puesta en marcha de manera atropellada antes del comienzo del ejercicio: «El carné garantizará a los ‘abonados’ que lo adquieran prioridad en la entrada al estadio José Rico Pérez, conservará la antigüedad y permitirá disfrutar de promociones en la tienda oficial y una consideración privilegiada en varios ámbitos...», rezaban las bases.

El Hércules entiende que romper esa primera cláusula atentaría directamente contra quienes sí apoyaron económicamente al proyecto y le demostraron, según las fuentes consultadas, su fidelidad. Defienden que incurrirían en una injusticia. Los algo más de 3.000 aficionados que tramitaron el carné que usaba la imagen de la Santa Faz como reclamo serán los únicos –si nadie convence a los responsables del club de lo contrario– que conserven el número de socio en el próximo pase de temporada, cuya campaña de promoción está en una fase embrionaria dado que ni siquiera se ha sorteado el calendario de la competición, que arranca el primer fin de semana de septiembre.

A pesar de que el Ministerio de Sanidad ha abierto oficialmente la puerta de todos los estadios y canchas de baloncesto del país para que el público pueda regresar en masa a los espectáculos deportivos, la incertidumbre que pesa sobre la evolución de la pandemia a día de hoy provoca recelo en la entidad blanquiazul, que confía en el ritmo de vacunación y en las medidas profilácticas aplicadas por la conselleria para disponer, como mínimo, de todos los sectores de la grada cuando llegue el momento de asignar los asientos.

El marco más delicado

El Hércules está, sin duda, ante su campaña de captación de aficionados más compleja de las últimas dos décadas. El rechazo que ha ido germinando contra el modelo de gestión desde una parte de la hinchada, escenificado en una acción de protesta en la calle en la que participaron cerca de 1.500 personas, la caída al cuarto peldaño del fútbol español y la maltrecha coyuntura económica que deja la epidemia en muchas familias obliga a hilar muy fino a la hora de fijar las condiciones de la nueva campaña en un contexto en el que aún no se ha devuelto la parte proporcional del abono que no se pudo disfrutar por la suspensión unilateral de la liga tras la entrada en vigor del estado de alarma. La mayoría de quienes solicitaron el reintegro continúan esperando a que este llegue a sus cuentas corrientes.

Los responsables de sacar adelante la campaña de abonos esperan a que la RFEF sortee el calendario

decoration

Una solución –esgrimen que de «sentido común»–, que plantea el Hércules a este problema particular es deducir del precio del nuevo pase de temporada el importe que todavía se adeuda a cada aficionado. La entidad blanquiazul entra en el mes de julio con la esperanza que supone para la obtención de recursos la recuperación de una campaña de abonos a la vieja usanza, pero también con la sombra del desencanto por la perdida de categoría y el distanciamiento con la propiedad de un sector de la grada más fiel.

El desinterés creado por el descenso y el malestar de parte de la afición con la propiedad complican su puesta en marcha

decoration

El tope de abonados en Segunda desde 2014 es de 7.000 abonados. Nadie en el club ve posible aproximarse ni remotamente a esa cifra. Acertar de pleno con los incentivos por la adquisición de las butacas se antoja capital para iniciar el curso en un campo a la altura del peso de su historia.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats