La Sociedad Anónima Deportiva Hércules de Alicante CF ha celebrado esta mañana su junta general de accionistas con carácter ordinario y extraordinario en la sala de prensa del José Rico Pérez, un trámite sin oposición que se escenifica una vez al año por imperativo legal.

El capital social representado en la sala (más del 90%) ha examinado y aprobado las cuentas anuales de la SAD correspondientes al ejercicio cerrado a 30 de junio de 2020, así como el aumento de su capital social hasta los 4.316.105 euros mediante la emisión y puesta en circulación de 4.316.105 nuevas acciones, por compensación de créditos, sin prima de emisión. Esto significa que Enrique Ortiz y Juan Carlos Ramírez, a través de las sociedades a su nombre que integran el consejo de administración blanquiazul, asumen este pasivo en primera persona para evitar la disolución forzosa de la entidad.

Los clubes inmersos en procesos concursales no puede generar deuda, de ahí que se realice este trámite para cuadrar las cuentas y salvar con ello el pasivo acumulado a lo largo de un curso especialmente complejo por la falta de ingresos a consecuencia del estallido de la pandemia. La maniobra no requiere inversión directa, sencillamente se registra un cambio en el volumen de títulos que ahora posee cada uno, un dato irrelevante porque, si bien la mayoría accionarial la sigue atesorando la Fundación, esta tiene embargado ese valor para saldar con ello los préstamos no devueltos a los dos «dueños», que ahora se reparten dos millones de acciones cada uno sin que eso afecte en algo al ordenamiento financiero del Hércules... ni al bolsillo de los dos socios.

El notario Francisco Pastor y el director general del Hércules, Carlos Parodi, han sido los encargados de exponer las cuentas y de someterlas a voto para su aprobación unánime, en un trámite que apenas ha durado media hora.