La Generalitat no se mueve ni un milímetro. Sanidad rechaza la petición que le hizo el Hércules el pasado viernes, 10 de septiembre, y le impide meter a más de 5.000 espectadores en un estadio con capacidad para casi 30.000 personas. El Consell se ciñe al protocolo sanitario que estará en vigor, como mínimo, hasta el 27 de septiembre y no se mueve de ahí a pesar de que, con ello, pueda estar incurriendo en un agravio serio, ya que la norma distingue entre categorías de competición y no entre probabilidades de contagio.

Tal y como reseñaba el equipo de la capital en su requerimiento, a solo 25 kilómetros de distancia (en el Martínez Valero, con idéntica capacidad que el Rico Pérez) pueden sentarse en la grada 20.000 personas (15.000 más que en Alicante), lo que, a juicio del equipo blanquiazul, genera una discriminación que no está sujeta a ningún criterio sanitario, dado que el grado de incidencia del virus en las dos ciudades es bajo (muy similar en ambos casos), la sectorización del recinto deportivo puede llevarse a cabo de la misma forma y las medidas de precaución a adoptar son idénticas.

El Hércules, formalmente y de puertas para afuera, «respeta la decisión administrativa, pero no comparte la resolución» y, asegura que, en aras de defender los intereses de la entidad y de la afición, «volverá a presentar esta petición para próximos compromisos ligueros».

Para este sábado, en la visita del Mar Menor fijada para las 20 horas, el tope será de cinco mil espectadores. La mayor parte la ocuparán los abonados (más de 4.200 a estas alturas de semana) y los compromisos sociales y publicitarios de la SAD propiedad de la familia Ortiz (clubes convenidos, colegios, asociaciones, patrocinadores...), por lo que no se dispondrá de margen para la venta de entradas, uno de los pocos sustentos económicos que puede tener un equipo en la cuarta categoría del fútbol español.