El Hércules sufrió en un mal primer tiempo, donde El Ejido perdonó y supo aprovechar su ocasión para lograr un triunfo balsámico. Sergio Mora cambió el dibujo, con tres centrales, incrustando a Tano como líder de la zaga entre Diego Jiménez y Sergi Molina. Lo que daba más libertad ofensiva a Raúl Ruiz y Álex Martínez. La otra aparición en el once fue Bikoro. Pocos cambios tras una debacle, no hubo la presumible revolución. Entró bien el Hércules al partido, pero se le evaporaron las buenas intenciones en diez minutos, lo que duró su dominio en el centro del campo.
El susto llegó en un saque de esquina, donde el conjunto local marcó, pero el gol fue anulado por una falta en el salto sobre el meta Jesús Fernández. En esa fase del encuentro, los andaluces crearon tres ocasiones claras de forma casi consecutiva, incluido un remate al larguero tras una mala salida de Jesús, aunque sin alcanzar el premio de adelantarse en el marcador. Poco más en un primer tiempo apático de los herculanos.
Mora dio entrada en el descanso a Elliot y David Sánchez en busca de la reacción. Y en un nivel de exigencia muy bajo, el equipo mejoró y al menos igualó la presión y la intensidad en el centro del campo. Sobre un césped muy irregular que ayudaba poco al fútbol de toque. El partido se trabó, sin acciones relevantes y jugando muy lejos de ambas áreas. Con más intención pero aún lejos del Hércules esperado.
El premio a la leve mejoría llegó con el gol. César Moreno robó un balón en la presión ofensiva, asistió a Raúl Ruiz y el lateral alicantino definió con un disparo de calidad. El Hércules aprovechó su ocasión cuando más dudas tenía el rival. A partir de aquí los blanquiazules fueron cancheros, trabajaron bien el partido y apenas si sufrieron en defensa. Triunfo más práctico que vistoso, pero sobre todo muy necesario.
