Sereno, sencillo, elegante. Con voz pausada y gesto relajado, Jesús Fernández vive con suma naturalidad su intervención providencial para arruinar, con una maniobra plena de reflejos bajo palos, la ocasión más clara de El Ejido que pudo truncar el triunfo del Hércules, el tercero fuera de casa en lo que va de curso. El exportero del Real Madrid trabaja ajeno al ruido que se genera en el entorno y que entrena cada día «al margen de todos los debates» que puedan surgir en torno a su figura y la de su compañero Adrián López a propósito de quién merece ser el guardameta titular.

«Eso es algo que se monta fuera, yo estoy centrado en hacer mi tarea lo mejor posible», dijo el madrileño, quien admitió que el tiempo de inactividad puede haberle menoscabado la confianza en algunos momento puntuales en un arranque de liga que él encaró como suplente.

«Eso es algo que se monta fuera, yo estoy centrado en hacer mi tarea lo mejor posible»

«Cuando vienes de tener pocos minutos, la confianza en la portería no es algo que se adquiera de la noche a la mañana, ciertos aspectos cuestan un poco más, pero creo que estoy creciendo y quiero crecer más», deseó el portero, que se mostró convencido de que tanto él como el equipo «iremos a más».

Jesús Fernández siente la confianza del entrenador pese a su rendimiento irregular, y precisó que «sé cómo se mira a los porteros en el mundo del fútbol y que cualquier error puede tener consecuencias», advirtió.

«Estoy tranquilo y agradecido y con ganas de devolver esa confianza», indicó el meta, quien confía en que el Hércules vuelva a mostrarse sólido como local, ya que, para él, es la clave para lograr los objetivos. El ganador de una Liga de Campeones vestido de blanco achacó a la presión y a la exigencia de la afición los problemas que está sufriendo el Hércules como local e indicó que, «por encima del runrún, cuando las cosas no van bien, somos profesionales y debemos saber gestionarlo».