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Segunda RFEF

Combativo líder invernal

El Hércules gana a domicilio al colista con un tanto de Diego Jiménez, enlaza la sexta victoria y asalta el liderato en el último partido de la primera vuelta - La expulsión de Carlos David, único lunar de un encuentro marcado por el viento y con más guerrilla que fútbol

Combativo líder invernal |

Fútbol de batalla, pero arbitrajes de curso de verano, relajados, cuestionables, buenistas. Fútbol de cemento con lamparones, fútbol que pesa, áspero, que cuesta masticar, que solo te deja satisfecho si ganas. Sufres como espectador y como futbolista. Cada metro que avanzas es una lucha. Juego de guerrilla, sin espacios, sin balón, sin inventiva. Acabas extenuado y apenas pisas el área. Te falta posesión, pero ganas, que no es lo único, aunque sí lo principal. Sexto triunfo, 18 de 18, y líderes: ¿alguien se puede quejar? Seguro que sí, siempre...

El Hércules cierra la primera vuelta en lo más alto de la clasificación. Solo. Sin nadie al lado. Diecisiete jornadas después, el proyecto de Sergio Mora, repitiendo ahora algunos de los errores que le condenaron antes, se muestra imparable. Ni el receso navideño, ni la variante ómicron han retorcido para mal una dinámica que parecía inalcanzable al regresar de Puertollano con la cabeza hundida y el sustento del entrenador pendiente de un hilo de telaraña.

En el deporte, las sensaciones son casi tan importantes como el plan de fuga, y cuando son buenas, todo fluye con armonía. Lo que otrora te aniquilaba, ahora te hace más fuerte. Te quedas con uno menos nada más comenzar la segunda parte y apenas lo notas. Tal vez fuera porque enfrente estuviera el colista casi desahuciado del grupo, con siete bajas, sin ningún alta, con solo un jugador con dedicación exclusiva, pero también por creer en lo que se hace, por saber faenar, por bregar, por poner el régimen de agresividad e intensidad en el mismo punto (o uno más) que el adversario, que se aferra a eso porque es la única arma que le queda para no rendirse a mitad de curso.

A ganar se aprende, y a controlar la ansiedad, también. El equipo blanquiazul, contra el viento, los golpes, los encontronazos, no halló la manera de hacerse con el balón, de imponer su mayor calidad, su mejor conocimiento del juego y su arsenal superior para llevarse la pelea a su terreno. Da igual. A falta del oxígeno, el equilibrio y los balones robados que garantiza Bikoro, el Hércules encontró el modo de garantizarse el triunfo a pelota parada.

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Minuto 24. En los 23 anteriores no ha sucedido nada reseñable. Pedro Sánchez se prepara. Observa a sus compañeros. Hace una tímida seña. Mientras coge impulso para armar la pierna, Tano, en una maniobra de arrastre impecable, corre el primer palo. Dos defensores se van con él. A su espalda, se queda solo Diego Jiménez. El de Aspe, con un golpeo directo, le hace llegar a él la pelota. Acomoda el empeine, dirige el cuero hacia el palo más alejado del portero y, sin necesidad de fuerza ni velocidad, solo con dirección, la red se come el 0-1.

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El Marchamalo volvió a defender mal otra acción de estrategia. Once derrotas suma ya. No le falta ni entrega, ni pugna ni ganas de ganar. Adolece de exceso de fragilidad, de una inocencia transpirable que le obliga a tirar por la borda el enorme desgaste físico que hace y al que somete a sus rivales.

El central reconvertido a lateral, el futbolista con más minutos jugados, el hombre mas fiable para Mora atrás, fue el responsable de aupar al Hércules al liderato en el cierre de la primera vuelta. Meritocracia y justicia de la mano en un vestuario en el que esta sinergia no florecía desde hace ya mucho.

El entrenador se decantó por Mario Ortiz para suplir al pivote guineano. Le salió bien. El mediocentro cántabro estuvo lejos del papel que juega el africano, pero aguantó la exigencia de la contienda y descargó de patadas a su compañero César porque se llevó una cuantas. Los dos centrocampistas estuvieron más tiempo en refriegas que canalizando el juego. Sin transición, desaparece Pedro Sánchez de la ecuación y se apaga el desborde por las bandas.

Sin embargo, el colapso no importó. La defensa en bloque medio del Hércules fue sólida y los únicos acercamientos que permitió a su rival fueron centros muy lejanos al área. El Marchamalo no vio de cerca a Adrián, se limitó a colgarle pelotas esperando su fallo. Llegaron. Dos especialmente. En su segunda portería a cero, l catalán cometió dos errores graves en sendos intentos por despejar, o bloquear, el cuero y a punto estuvo de premier el derroche físico sin fuego real del conjunto gallardo, sin efectivos suficientes para poder completar ayer la convocatoria y ocupar todos los asientos del banquillo.

En uno de esas aventuras de larga distancia, nada más comenzar el segundo tiempo, Fané buscó a su delantero centro en el balcón del área. Carlos David trató de impedirlo. Saltó con el codo separado, contactó levemente con el ariete marchamelero, que se fue al suelo con desmedidos síntomas de dolor. El colegiado, que en la primera mitad le había mostrado una amarilla al central herculano por otra acción sobreactuada, dejó al Hércules con diez.

En otro escenario, puede que en otro tiempo, en otra inercia menos diligente, menos torrencial, más difusa, eso hubiera supuesto el desastre. Pero ayer, no. Ayer el Hércules de Sergio Mora, sin dar con el modo de gobernar el duelo, sin poder exhibir sus mejores fundamentos ofensivos, sin ser superior a su oponente, apretó la mandíbula, encajó los golpes y conservó la cabeza fría sin perder nunca de vista un triunfo que invita al empoderamiento coral en unos tiempos muy difíciles.

La Ficha

MARCHAMALO: Jony; Mayordomo, Illana (Gonzalo, minuto 68), Pablo, Fané (Alvarito, minuto 63); Sebas; Gabriel (David García, minuto 84), Molina, Braun, Migallón (Jacobo, minuto 84); y Josemi.

HÉRCULES: Adrán López; Diego, Carlos David, Tano, Álex Martínez; Mario Ortiz (David Sánchez, minuto 83), César Moreno; Pedro Sánchez, Raúl Ruiz (José Fdez., minuto 51), Nico (Chuli, minuto 83); y Aketxe (Raúl González, minuto 60).

GOLES:  0-1, Min. 24: Diego Jiménez. 

ÁRBITRO: Gamaliel Escobar López (Las Palmas). T. Amarillas:  a los gallardos Illana (45’), Mayordomo (64’) y Gonzalo (83’), y a los blanquiazules Aketxe (33’), Álex Martínez (59’) y Chuli (90’). T. Rojas: por doble cartulina amarilla para el herculano Carlos David (39’ y 46’) y el marchamelero Pablo (6’ y 74’). INCIDENCIAS: 70 aficionados del Hércules animaron al equipo alicantino en el complejo deportivo La Solana.

Récord

Mora iguala el registro de Juan Carlos Mandiá


El Hércules sumó ayer su sexto triunfo consecutivo, algo que no sucedía en el conjunto blanquiazul desde que Juan Carlos Mandiá dirigía al equipo en Segunda División. Fue en la temporada 2011-2012, en el arranque de la competición. En aquel inicio de curso, los alicantinos enlazaron seis victorias, varias de ellas por la mínima, y eso les permitió pelear por el ascenso hasta el final.

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